Para las personas las tasas de interés representan el costo de adquirir un bien en cuotas. Ya sea la compra en cuotas de una prenda de vestir o un televisor, o bien la solicitud de un crédito para la compra de un automóvil o una vivienda, se incurre en el temido pago de intereses. Pues bien, la tasa de interés representa el costo del dinero. Y es que la institución que presta dinero no podrá invertir esos recursos en algún bien hasta que usted devuelva el dinero. Por esa renuncia es que se cobran intereses.
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De esta manera en este indicador se encuentra una herramienta para, de alguna forma, controlar la economía. Imagine que usted está a cargo de la tasa de interés de un país y sus asesores le comunican que el consumo de las personas ya muestra 2 años de contracciones consecutivas. ¿Qué haría para frenar dicha caída? Ahora imagine que en el país la inflación es de un 10% dado que la gente está consumiendo como nunca antes. ¿Qué haría para frenar el alza de los precios? Las respuestas están en la tasa de interés.
En 2008 en Estados Unidos se desató una de las crisis económicas más grandes del último siglo. Gente sin empleos, ni gran patrimonio, durante años accedió a créditos hipotecarios sin mayor dificultad, llegando hasta tener 5 propiedades. Los bancos no parecían temer a esto, dado que contrataban seguros en caso de impago o mora. Finalmente esta desregulación generó la crisis del sistema, ocurriendo lo inevitable: no pago de créditos y quiebra de instituciones financieras. Así el consumo y la inversión en el mundo cayeron drásticamente. Las personas no querían invertir. Los bancos no tenían dinero para prestar. Cuando el dinero no fluye la economía se detiene, así como un corazón sin circulación de sangre. Dado esto, el gobierno norteamericano decidió inyectar dinero a los bancos para reactivar la economía. Así la tasa de interés se redujo a un histórico y planificado 0,25%. Una baja de interés que perduraría por 7 años.
Chile no fue inmune a la crisis económica de Estados Unidos, como casi ningún país del mundo. Así en 6 meses la tasa de interés chilena pasó de 7,25% a 0,5% en julio de 2009. No obstante, a partir de julio de 2010 el Banco Central de Chile comenzó a subir lentamente la tasa de interés nuevamente hasta el 15 de junio de 2011, ubicándola en 5,25%. a partir de enero de 2012 nuevamente comenzó un proceso de reducción del costo del dinero, dados los inicios de desaceleración económica. Así en octubre de 2014 la tasa de interés llegaría a un mínimo de 3%. Durante todo este periodo Estados Unidos mantuvo inalterable su tasa de interés en 0,25%.
El pasado 16 de diciembre Estados Unidos informó una decisión histórica. Por primera vez en 7 años subieron la tasa de interés, desde 0,25% a 0,5%. Un alza gradual que se posiciona como el prólogo de alzas futuras. El fin de 7 años de fomento al consumo e inversión. Al respecto, pocos días después, Chile decidió subir su tasa de interés desde 3,25% a 3,5%. A pesar de que ambos países no muestran grandes tasas de crecimiento en la producción, deciden aumentar las tasas de interés con el fin de equilibrar el consumo y evitar alzas de los precios. Tras estas decisiones la economía mundial, en plena desaceleración económica, da un giro desde el fomento a la producción al fomento a precios estables. Así se terminan 7 años de dólares y créditos baratos. Comienza oficialmente una era de austeridad.
Director de Economía para Todos