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Alexander Litvinenko, asesinado el 23 noviembre de 2006 por envenenamiento con polonio 210 en dosis 100 veces mayores a las requeridas para provocar la muerte de alguien, fue un opositor férreo a Putin y a las políticas del gobierno ruso desde la década de los 90. Fue perseguido a principios de los años 2000, durante el primer mandato de Putin, y pidió asilo a Gran Bretaña en 2003. Desde ahí, formó parte del Círculo de Londres, de exiliados rusos en contra del gobierno. Escribió libros basados en sus experiencias y en la información que recopiló, acusando al gobierno ruso de malas prácticas, sobre todo de las agencias de inteligencia. Según el informe presentado por el juez británico Robert Owen, habría sido infectado por agentes del FSK que se reunieron con él a principios de noviembre de 2006. Ese mismo día, se reunió con un experto en seguridad italiano, quien le pasó documentación relacionada a los posibles asesinos de Anna Politkóvskaya, periodista rusa que fue acribillada afuera de su casa de Moscú, en 2003, autora de libros muy críticos al gobierno ruso y a Vladimir Putin. Litvinenko se sintió mal, y pensando en que había sido envenenado, tomó antídoto contra el talio, veneno preferido por ser insípido, incoloro e inodoro. Pero se equivocó. ¿Quién era este hombre? ¿Por qué es tan importante, y cuáles podrían ser las motivaciones de Putin para acabar con su vida?
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Infancia
Según el informe de Owen, y las declaraciones que prestó su mujer Marina Litvinenko, Alexander Litvinenko vivió con sus abuelos por mucho tiempo porque sus padres se divorciaron cuando tenía seis meses de edad. Esto hizo que su infancia fuera difícil.
Entró al servicio militar ruso, que en ese tiempo (1980) eran obligatorios, después de que terminó el colegio. Según Marina, la decisión de entrar al servicio y tener una educación marcial tuvo dos motivos fundamentales: primero, que Alexander sabía que tarde o temprano tendría que hacer su instrucción, y segundo, que a pesar de su juventud ya sentía deseos de servir a su patria, Rusia. Esto, porque la persona a quien más respetaba y admiraba, su abuelo, había luchado en la Segunda Guerra Mundial. “Respaldo esta evidencia porque el sentido del deber del señor Litvinenko hacia su país -inicialmente Rusia pero luego el Reino Unido- es un rasgo característico fuerte que he escuchado sobre él”, dice el Owen en el informe.
Litvinenko hizo su instrucción en la región de Osetia del Norte, cerca de la frontera con Georgia. Después de cinco años, se graduó como teniente. Sirvió durante tres años en la División Dzerzhinsky, del Ministerio del Interior ruso, cuando sus labores empezaron a estar más relacionadas con la protección de trenes con cargamentos de oro. En 1988, Litvinenko fue llamado a unirse al Comité de Seguridad del Estado, KGB. Después de haber entrenado en el centro de Siberia, comenzó a trabajar en el cuartel general de Moscú.
De agente del KGB al FSK
Como agente del servicio de inteligencia, Litvinenko pasó por la etapa más inestable de la entidad. Luego de la disolución de la Unión Soviética, el KGB pasó por varias reformas, hasta que en 1995 pasó a llamarse Servicio Federal de Seguridad (FSB). Litvinenko trabajó para la Unidad de Seguridad Económica y Crimen Organizado hasta 1994, cuando fue trasladado al Departamento de Antiterrorismo, que luego pasó a ser el Servicio Federal de Contrainteligencia (FSK). Ahí se dedicó a combatir el crimen organizado. Según su mujer, Marina, Litvinenko estuvo investigando crímenes, por ejemplo, en contra de los georgianos ricos que escaparon a Rusia de la guerra civil que les llevó a la independencia. “Veía que Sasha (Alexander Litvinenko) daba todo de sí en su trabajo, sin consideraciones a la hora de ayudar a personas que se encontraban en dificultades”, dice Marina.
Relación con Putin
Fue trabajando para la Unidad de Seguridad Económica y Crimen Organizado cuando Litvinenko empezó a investigar a un grupo criminal que traficaba heroína y la llevaba desde Afganistán, la pasaba por Uzbekistán hasta San Petersburgo y de ahí hacia Europa Occidental. Y estaba convencido de que todo eso estaba pasando en colusión con algunos oficiales del FSB, como Vladimir Putin. Este fue el comienzo de un tema que siempre preocuparía a Litvinenko: las relaciones entre el crimen organizado y los servicios de inteligencia rusos. Estos fueron temas centrales para sus libros, especialmente para “La pandilla de Lubyanka”.
La guerra de Chechenia
Alexander Litvinenko participó en operaciones de combate en Chechenia. En enero de 1996, según declaraciones de Marina Litvinenko, comenzó a cambiar la visión que él tenía de la guerra, a propósito de las experiencias que vivió. En un interrogatorio a un niño checheno de 17 años, se dio cuenta de que la situación chechena tenía muchas similitudes con las que tuvieron que vivir sus abuelos durante la Segunda Guerra Mundial. Ahí entendió los motivos de la lucha chechena, y el rol que estaba jugando su querido país en la disputa. Todo eso lo llevó a oponerse a Putin y al gobierno ruso.
Su amistad con Boris Berezovsky
Boris Berezovsky fue muy perseguido por el gobierno ruso mientras Putin estuvo en el poder. En 1994 había escapado a un intento de asesinato. “Si Berezovsky estuviera vivo, habría aportado muchos datos a esta investigación”, dice el juez Owen en el informe.
Litvinenko conoció a Berezovsky cuando el primero investigaba las empresas del segundo, en 1994. “Creo que el FSK estaba interesado en saber la forma en que Rusia se estaba transformando”, dice Berezovsky en su declaración a la policía metropolitana, cuando investigaban la muerte de Litvinenko en 2006. “En junio de 1994, fui objetivo de un atentado en Moscú con un coche bomba. Este incidente provocó que Litvinenko y yo nos hiciéramos amigos cercanos”, dice.
En 1997, el FSK empezó a encargarle a Litvinenko misiones que consideraba “ilegales”. Asesinatos a chechenos ricos viviendo en Moscú, asaltos a oficiales de la FSB y en particular, el asesinato a Berezovsky, a lo que Litvinenko se rehusó por ser una orden ilegal. Años después, ambos habían pedido asilo a los británicos y Berezovsky, examigo y opositor férreo a Putin, financiaba a muchos otros opositores, entre los que estaba Litvinenko.
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