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Mariana Madariaga V.
Los meses de enero y febrero para muchos son sinónimo de vacaciones. Sin embargo, para otros, implica más trabajo. Sí, porque en estas fechas hay quienes tienen que seguir laborando mientras otros disfrutan de las bondades que depara la temporada estival. Y la tarea puede que no sea fácil, incluso estresante. Más aún con el permanente bombardeo de las redes sociales que día a día muestran fotos de personas comentando y disfrutando en piscinas, playas y viajes sorprendentes.
Lo cierto es que la productividad laboral se ve afectada negativamente durante el verano, la que puede llegar a disminuir incluso en un 20%. Una de las causas más frecuentes de esta baja es justamente es el estrés acumulado y la ansiedad de querer, aunque no se pueda, salir de vacaciones durante el verano. Así lo comenta Mariela Ardizzone, directora de Selección y Calidad de la empresa multinacional de recursos humanos ADECCO.
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«Entonces las claves son la planificación y conocimiento del negocio. Para evitar el cansancio y estrés de los trabajadores, es necesario que la empresa, a fin de no afectar tanto la productividad, planifiquen con tiempo los reemplazos para que las personas puedan salir de vacaciones tranquilos, sin tener que dejar una carga laboral desmedida a quiénes se quedan en la oficina, sobretodo en aquellos rubros en que el fuerte es trabajar durante el verano como en los sectores de gastronomía y turismo. Hemos vista que da muy buenos resultados contar con incentivos para los trabajadores. En el fondo empatizar más con ellos», argumenta.
¿Cómo evitar el estrés laboral en verano?
Andrea Larach, sicóloga y directora ejecutiva de Human Search, explica que lo ideal es que los empleadores puedan tomar algunas medidas para apaliar la baja anímica que podría afectar a sus trabajadores.
“Las empresas deberían implementar una flexibilidad horaria, por ejemplo, que sus trabajadores puedan salir más temprano o llegar más tarde. En el fondo que quiénes tengan que trabajar en estas fechas se sientan beneficiados y no castigados”, asegura la experta.
Junto con ello, Larach explica que trabajar en verano puede ser visto desde una perspectiva más positiva. “El transporte público está más expedito, si el jefe está de vacaciones se podría sentir que no hay tanta presión y el ritmo baja un poco, la carga de proyectos es menos en comparación a la del resto del año”, comenta.
Incluso, los trabajadores podrían tomar el desafío como una oportunidad. “Si te quedas a cargo porque todos están vacaciones podría ser una gran oportunidad para mostrar tu trabajo. Quizás esta oportunidad no la tienes durante el año, por lo que se puede ver de una manera más positiva.
Rodrigo Díaz, sicólogo de Semblante, agrega que lo más importante, para evitar el estrés, es por ejemplo «centrarse en los aspectos positivos del trabajo, crear un entorno de trabajo agradable, jerarquizar las tareas y establecer un orden de ejecución, generar pausas en el trabajo, pues nos ayuda a serenarnos y controlar nuestra emociones». Otro aspecto fundamental, según el especialista es desconectarse del trabajo durante la hora de colación y ser amables y empáticos.