PUBLICIDAD
Mariana Madariaga
Tal como lo había anunciado en Davos, durante la reunión del Foro Monetario Internacional (FMI), el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, confirmó que finalmente la votación de la Reforma Laboral no podrá realizarse antes del receso legislativo de febrero y deberá postergarse para marzo.
Ante tal situación, el secretario de Estado sostuvo que «la reforma laboral, en términos de su aprobación, no va a ser posible aprobarla esta semana, pero eso no quita que podamos hacer todos los esfuerzos en los días que siguen para llegar a acuerdos que nos permitan despacharla más rápido después».
Con este aviso, una de las siete legislaciones que el Gobierno se había propuesto promulgar antes del 31 de enero y una de las más emblemáticas de la administración de la Nueva Mayoría, deberá resolverse durante el año legislativo 2016.
Una situación originada en la falta de acuerdos al interior del oficialismo en puntos fundamentales del proyecto de ley como la negociación interempresa, el no reemplazo en huelga (externo o interno), y la extensión de beneficios a trabajadores no sindicalizados.
PUBLICIDAD
Justificando la postergación de la votación de la normativa, el titular de Hacienda concluyó que “es importante tener una buena ley, el ministro vocero ha dicho claramente que lo más importante en todos estos proyectos es que tengamos buenas leyes y en eso estamos trabajando”.
«Había un compromiso»
La decisión del Ejecutivo causó molestia al interior de la Nueva Mayoría. «No es una buena señal, pusto que no se condice con lo expresado por el ministro de que hay que dar señales para recuperar la confianza», dijo el presidente del PPD, Jaime Quintana.
Por su parte el timotel del PC, Guillermo Teillier, sostuvo que «no es bueno porque habíamos hecho un compromiso, pero tampoco es catastrófico. Sin duda es un fallo el no haber llegado a un acuerdo».
El diputado criticó que es inadmisible que «algunos senadores estén todavía insistiendo en cuestiones como el reemplazo en huelga interna y otros aspectos».
El presidente de la DC, Jorge Pizarro, puso paños fríos a la polémica. «Hay senadores de todos los partidos que tienen puntos de vista legítimos en los cuáles estamos buscando acuerdos. Hay de mi partido, del PPD, independientes, incluso del PS», aseveró.
«Yo soy de los optimistas, creo que es posible tener un buen proyecto equilibrado (…) Estoy entre quienes opinan que es probable que podamos llegar a un acuerdo en el Senado Todavía, y eso puede facilitar un despacho más fácil del proyecto los primeros días d emarzo», explicó.
Agencias/MM