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Este 25 de enero se cumplieron cinco años después de la «Primavera Árabe», revolución que marcó su inicio con el levantamiento en la plaza Tahrir, ubicada en El Cairo, Egipto en 2011. Allí, miles de manifestantes exigieron el derrocamiento del presidente Hosni Mubarak.

Como medida de seguridad y para evitar levantamientos, la simbólica plaza permaneció blindada por policías y militares. Algunas personas aprovecharon para alabar el actual gobierno, a cargo del presidente Abdelfatah al Sisi.

Sin embargo, diversos analistas consultados por este medio nos ayudaron a conocer la actualidad de aquellos países que formaron parte de distitas manifestaciones. Entre ellos, el Dr. Moises Garduño, investigador de la Universidad Nacional Autonoma de México.

¿Qué consecuencias han tenido las manifestaciones a través del tiempo en Egipto?

-Paradójicamente el actual presidente de Egipto -Abdelfatah Al-Sisi- trajo una nueva generación de militares que tiene practicas de represión y censura incluso peores que las que había con Mubarak.

Ellos vigilan a la población tanto de clase media, como a los seguidores de la Hermandad Musulmana a la cual se ha señalado como organización terrorista.

A cinco años de la “Primavera Árabe» así es la situación de los países

¿Qué consecuencias tuvieron otros países árabes?

-Una remilitarización de la política, lo que concuerda con un ofuscamiento en los países árabes. Es decir, una represión directa en contra de las personas.

Los niveles de violencia se han elevado debido al desempleo, también la elevación de tráfico de armas y bueno todo esto repercute en una falta de crecimiento. El turismo se vino abajo, la inversiones no llegan precisamente por la situación política y social.

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¿Cuales han sido las consecuencias internacionalmente?

-Rusia y Estados Unidos se han unido en la guerra contra el terrorismo, esto con el objetivo de defender sus intereses particulares, principalmente en Siria y Yemen.

Los dos bloques liderados por estos países buscan el control del Mediterráneo.

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El doctor Garduño agregó el Medio Oriente está en una transformación política que sin duda tomará tiempo y que no hay que dar por muerta la revolución árabe, pese al militarismo, los problemas y al islamismo radical del Estado Islámico.