¿Qué objeto tecnológico considera más importante? La respuesta es categórica y transversal: el smartphone. Y es que el rol de esta aparato se ha vuelto incluso más relevante que las llaves de la casa y la billetera. Esto es también conocido como nomofobia, es decir, el miedo irracional a no tener consigo el teléfono móvil.
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Según un estudio realizado por Entel y GFK Adimark, un 55% de los encuestados prefiere que se queden las llaves de la casa antes que el smartphone, y una de cada 3 personas prefiere olvidar la billetera antes que su teléfono celular.
En esa misma línea, el teléfono móvil ya es parte de la rutina diaria de la sociedad chilena, y para quienes sufren este tipo de adicción es lo primero que revisan al despertar. De acuerdo con el estudio, 76% de los usuarios de esta tecnología revisa el celular antes de salir de la cama y un 87% lo hace antes de dormir.
Eso sí, para ambas situaciones la mujer lleva la delantera, junto con los jóvenes de entre 15 y 24 años.
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De hecho, con tal de no pasar un día completo «desconectado», un 57% de las personas se devuelve a buscar su teléfono si se dirige a una reunión social, y en el caso de quienes van a trabajar un 49% también retorna. Es más, un 45% de los usuarios revisa las redes sociales después de tener sexo, porcentaje que llega a 54 en el segmento de 25 y 35 años.
Revisar «por si acaso»
Una de cada cuatro personas se enoja si no tiene señal en su celular y la mitad de los usuarios revisa su móvil sólo por precaución. La adicción es tal, que cerca de un 60% se fija más de una vez si trae consigo el aparato y un 56% siente preocupación por si se queda sin batería.
Una pregunta que se hizo a los encuestados fue si alguna vez alguien les ha pedido dejar el celular, al estar en presencia de otras personas: el 56% aseguró haber tenido esa experiencia. Las más amonestadas por esto son las mujeres. Asimismo, al 17% de los entrevistados, su jefe o profesor le ha pedido que deje de usar el teléfono o lo use menos.
Ante esto, la directora de comunicaciones de GfK Adimark, Catalina Correia, explicó que «hay que preguntarse si tiene sentido estar tan preocupados de mantener un contacto o vínculo con quién está detrás del teléfono en desmedro de las personas con las que estamos frente a frente».
Para qué lo usamos
Hay dos aplicaciones que llevan la delantera en el uso de estos aparatos inteligentes. Se trata de WhatsApp, la app de mensajería instantánea y Facebook, que va muy por delante del resto de las redes sociales.
En cuanto a lugares refiere, el 69% de los chilenos usa cotidianamente el celular en el baño, mientras que un 42% lo hace mientras come. El 39% no tiene pudor en utilizarlo para revisar mensajes de Facebook, Whatsapp o SMS durante una misa o ceremonia funeral, y «sólo» el 22% lo usa durante una cita médica o psicológica.