PUBLICIDAD
Después de 24 solicitudes fallidas para registrar la marca «El Chapo», el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (Impi) aprobó esta semana la marca registrada del sobrenombre de Joaquín Guzmán Loera. La responsable de este registro es la hija del narcotraficante, Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar; aunque ella y dos esposas de Loera, Emma Coronel Aispuro y Alejandrina Salazar Hernández, ya lo habían intentado con resultados negativos.
Las marcas que con anterioridad ya se habían planteado ante el IMPI son «El Chapo Guzmán», «Joaquín El Chapo Guzmán», «El Chapito Guzmán», «El Chapito», » Joaquín Archivaldo Guzmán Loera El Chapo Guzmán» y «Don Chapo Guzmán». Y de acuerdo con el Instituto habían sido rechazadas por contravenir las «buenas costumbres, el orden público y la moral”, sin embargo, el abogado de Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar alegó que la marca «no alude a ninguna persona en particular, ya que la palabra «Chapo» se refiere a una persona que es de baja estatura».
La autorización, la cual quedó ingresada también en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, permite a la hija del capo de las drogas mexicano comercializar con esa firma una amplia variedad de productos que incluyen joyería, bisutería, relojes, cronómetros, juguetes, paraguas, baúles, maletas, cuero e imitaciones de cuero, adornos de navidad y artículos deportivos.
La petición de registrar la marca «El Chapo» le fue autorizada a otras tres personas, aunque desconoce si tienen relación alguna con Joaquín Guzmán Loera. Raúl Espinoza Tristán y Ernesto Pérez Zagaste podrán usufructuar con instrumentos científicos, topográficos, fotográficos, cinematográficos, ópticos, de medición, de regulación eléctrica, de educación y enseñanza, entre otros. Asimismo, María de los Ángeles Moreno Rodríguez, podrá comercializar bajo dicha rúbrica productos de vestido, calzado y sombrerería.
PUB/IAM