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El sábado 8 de febrero Mathias Rubke, José Miguel Aldunate y su grupo de amigos, todos de Santiago, salían en su última noche en Concepción. Venían de pasar sus vacaciones en Valdivia y decidieron detenerse en la vuelta por la ciudad para pasar sus últimos días antes de regresar a la capital.
Es así como en su última noche volvieron al local “La Otra Esquina” -donde habían pasado la noche anterior- pero fue ahí donde comenzaron su “dramática” jornada, una que los haría pasar una brutal golpiza que jamás olvidarán.
La agresión
Mathias Rubke (23) relata a Publimetro que llegaron a la entrada y no se encontraban en la “lista” para entrar gratis, la cual se arma dejando los nombres de los asistentes en Facebook. Al encontrarse junto a sus amigos “con unos tragos de más” insistieron un poco para entrar mostrando en el celular de uno de ellos que sí habían sido aceptados en la lista anteriormente. Al segundo, relata Rubke, “uno de los guardias (quién aparece en fotos) se acercó y me hace una llave por atrás sacándome de la disco. Mis amigos salen detrás mío y yo comienzo a grabarlo con mi celular preguntándole por qué hacía eso. Al notar que lo filmaba le pegó al celular y me pegó un combo a mí dejándome sangrando por la oreja”.
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“Mis amigos se acercaron a intervenir pero yo les dije que nos fuéramos. Estábamos a unas cuadras de la disco cuando tres tipos -uno con un bate- se nos acercan y nos preguntan qué hacíamos. Nos hicimos los lesos y nos dejaron tranquilos, explica Mathias. Con miedo, al llegar a la esquina salieron corriendo y se perdieron. Uno de los amigos se fue al hostal y él junto a José Miguel decidieron volver a la zona del local para entrar a otro recinto que estuviera por ahí y “aprovechar su última noche”.
“Cuando llegamos sentimos que nos miraban, nos alejamos media cuadra y al intentar correr, a José Miguel lo agarraron a golpes con el bate dejándolo inconsciente en el suelo”, cuenta Rubke.“Yo me agarré del pie del que me golpeaba para que no me pegara en la cabeza, mientras recibía combos en la cara y gritaba por ayuda desesperado», agrega.
Una familia que estaba cerca y junto a otros transeúntes intervinieron, provocando que los atacantes escaparan. La familia llamó una ambulancia que se llevó a José Miguel -que estaba inconsciente- y a carabineros quiénes llevaron a Mathias a buscar a los agresores en el sector y a la discoteca donde según afirma “estaban todos escondidos”.
Las horas después
José Miguel Aldunate (24) afirma que perdió el conocimiento “luego que le golpearan en la pierna y se pegara en el suelo” y que luego solo despertó en el hospital lleno de heridas. “Los tipos nos pegaron en un lugar donde circulaba gente. Pero a los segundos de pegarme quedé inconsciente y ahí comenzaron a golpearme en la cara. No supe nada hasta que desperté en el hospital”, cuenta a Publimetro.
“A mí me rompieron mi celular y me robaron la billetera, pero al intervenir otras personas escaparon. Yo estoy seguro que el guardia los llamó porque dimos ‘jugo’ en la disco y lo grabamos. La noche anterior llegamos igual y no pasó nada”, agrega.
Ambos jóvenes fueron atendidos en el Hospital de Concepción, recinto desde donde fueron dados de alta en la madrugada, trasladándose al hostal donde los acogieron por más tiempo antes de que pudieran volver a Santiago.
Que no pase de nuevo
«Nosotros lo que buscamos al contar esto es que esto no pase más. Nosotros estamos seguros que estos ‘matones’ fueron enviados por el guardia de la discoteque de iniciales C.I para que no difundiéramos el video”, dice enfático Rubke.
Al exponer la historia en redes sociales y preguntar por el nombre del guardia, varias personas le escribieron a Mathias por Facebook sobre situaciones similares ocurridas a mujeres y hombres que identifican al guardia.
Incluso el hombre de iniciales C. I lo contactó por la red social diciendo que “ya lo habían despedido del local y que estaba teniendo problemas. Que quería limpiar su imagen porque todo esto estaba recayendo sobre él”. “Lo más insólito es que parte su argumento diciendo que le había pegado a mi celular, pero entonces quién le pegó a mi oreja si es así. Ya comenzó mintiendo”, explica con molestia el joven estudiante de Ingeniería Comercial.
María Teresa Villafrade, madre de José Miguel, se contactó por Facebook con el local donde le respondieron que “no hubo personal de «La Otra Esquina» involucrado en el altercado y que se vieron involucrados cuadras más allá con personas ajenas y que pondrán a disposición todas las pruebas que puedan ayudar a esclarecer el punto”. En Publimetro también buscamos su versión y nos dieron el contacto de la administradora, Marcela Otarola, pero hasta el cierre de esta nota ella no nos contestó ni por teléfono o por WhatsApp.
PB/MC