La crisis económica de 2008 ha decantado en una crisis política y social que durante esta década ha tenido a la Unión Europea con el agua hasta el cuello. La masiva migración de refugiados, consecuencia de más de seis años de guerra civil en Siria (provocada, entre otras razones, por las políticas intervencionistas de las potencias, según analistas), ha acelerado aún más el proceso y ha dejado en evidencia las costuras de la organización europea, ganadora en 2012 del Premio Nobel de la Paz.
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El escenario ha impulsado la expansión de movimientos que, desde la derecha y la izquierda, apuntan a una refundación de la unión. Entre los segundos se cuenta el que lidera Yanis Vanufakis, ex ministro de Finanzas griego, quien presentó este martes pasado en Berlín la agrupación panaeuropea y transnacional “Democracy in Europe Movement 2025”, DiEM25.Se trata de un movimiento que, como explica Florent
Sardou, analista internacional e historiador francés, “no pretende ser un partido político. El término de ‘movimiento’ significa que se pretende unir la sociedad civil y no solamente personalidades o profesionales de la política”. Como se puede leer en el manifiesto del movimiento, en la web diem25.org, las propuestas giran en torno a tres puntos: inmediatamente, una completa transparencia en la toma de decisiones de Bruselas, alegando la existencia de más de 10.000 lobistas que trabajan “en las sombras”; en 20 meses, la resolución de la crisis usando las instituciones y los tratados existentes de la Unión Europea; y en 2 años, la convocatoria de una asamblea constituyente promovida por el movimiento como el derecho de las personas a autodeterminarse.
En su discurso de presentación, Varufakis no dudó en calificar las respuestas de Bruselas a la crisis como un “rotundo fracaso”. Esto lo atribuye a motivos fundacionales de la UE. De su experiencia como ministro de Finanzas griego, cuando tuvo que negociar con la “Troika” (el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea) las condiciones de un nuevo rescate económico para Grecia durante el primer semestre de 2015, “siempre recuerda que el gobierno de Grecia, legítimo y democrático, tuvo que tratar con instituciones sin ninguna legitimidad democrática”, dice Sardou. Y basado en ese hecho, es que Varufakis propone una refundación.
La burocracia de la democracia
“La Unión Europea está fundada sobre el valor de la democracia, según el Título 1 del Tratado de Lisboa (2007)”, dice Sardou. “Tradicionalmente, esta noción se define sobre la base de la famosa frase de Abraham Lincoln pronunciada en Gettysburg en 1863: ‘La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo’”.
Y es ahí donde, tanto Varufakis como el analista francés ven una costura en las bases de la UE. “Si bien todavía los gobiernos europeos son del pueblo y elegido por el pueblo, hoy no logran gobernar ‘para’ los pueblos”, dice el analista e historiador galo. “Desde sus inicios, el proyecto europeo nunca fue un proceso democrático sino que siempre fue impulsado por la élite política y económica”, argumenta.
Esta élite es la que hoy controla las tres instituciones de la “Troika”, cuya labor es mantener las garantías de los Estados de Derecho europeos. Pero estas instituciones no son democráticas, desde la perspectiva del DiEM25.“Los estados miembros, democráticos, perdieron gran parte de sus competencias soberanas ya que fueron transferidas a la UE y a sus estructuras, que carecen de funcionamiento democrático (el BCE y la Comisión Europea, entre otras). El funcionamiento de la UE se hace a través de decenas de instituciones burocráticas muy especializadas: ahí actúan ‘expertos’ (el ‘establishment’ europeo) que carecen de legitimidad democrática”, declara Sardou.
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Con ellos tuvo que negociar Varufakis, y fueron ellos los que, según Paulina Astrosa, analista internacional especializada en la Unión Europea, presionaron para sacarlo del gobierno griego. “Los miembros del Eurogrupo (ministros de Finanzas de los países miembros) lo fueron aislando”, dice. Aunque reconoce: “Él también fue muy poco diplomático en su momento, llevó a Tsipras a enfrentarse a la Unión Europea, a sus socios y acreedores”.
Desde que salió del gobierno griego, en julio de 2015, Varufakis ha estado hablando sobre esto y planeando la organización de un grupo que refunde la Unión Europea “desde la izquierda”. De lo contrario, prevé un colapso de la organización “que va a provocar un colapso similar a lo que ocurrió en los años 30, previos al nazismo”. Y desde esta plataforma, y con ayuda de distintos sectores políticos y sociales, plantea una asamblea constituyente para antes de 2025. Para Varufakis, no hay otra alternativa para sortear un futuro europeo que ve oscuro.
PUB/FHA