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Maduro sube la gasolina y devalúa el bolívar ante severa crisis en Venezuela

El litro de gasolina de 95 octanos pasará de costar 0’097 bolívares a seisHabrá una devaluación del 37% del bolívar para la importación de alimentos y medicinas

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este miércoles el aumento de la gasolina más barata del mundo y una devaluación para enfrentar la profunda crisis económica del país.

La gasolina de 95 octanos (súper) que costaba 0,01 dólares fue incrementada por primera vez en 20 años y se venderá a 0,6 dólares, anunció el mandatario en cadena de televisión.

El alza de la gasolina era casi un tabú, bajo el recuerdo de que en 1989 un incremento de su precio fue uno de los detonantes del «Caracazo», como se denominó a un sangriento estallido social.

«Llamo a la paz y al respeto de todas estas decisiones necesarias. Ha llegado la hora de que instalemos un sistema que garantice el acceso a los hidrocarburos a precios justos», dijo Maduro.

El gobernante socialista anunció también reformas en el complejo sistema cambiario venezolano que a partir del viernes tendrá solo dos franjas (actualmente tiene tres).

El dólar para importar alimentos y medicinas pasó de costar 6,3 bolívares a 10 bolívares, lo que implicó una devaluación de 37% de la moneda nacional. Otra franja del sistema cambiario será «flotante» a partir de los 200 bolívares por dólar.

«El sistema de cambios lo vamos a simplificar en dos bandas (…) busca estimular la producción», dijo Maduro, sin dar detalles del nuevo régimen.

Además, anunció un aumento de 20% en el salario mínimo, que pasará de 9.600 bolívares a 11.520 (1.152 dólares a la nueva tasa oficial más baja y 11,5 dólares al valor de la divisa en el mercado paralelo).

Economistas se mostraron escépticos ante las medidas, pues Venezuela vive una severa crisis, con la inflación más alta del mundo -141% anualizada a septiembre de 2015-, una contracción económica de casi 7% el año pasado y un déficit público del 20%.

– «¡Esto requiere mucho más! –

Venezuela, con las mayores reservas petroleras del mundo y altamente dependiente de las importaciones, sufre una sequía de dólares agravada por el desplome de los precios del crudo, fuente del 96% de sus divisas.

El presidente precisó que los ingresos del país bajaron de 42.000 millones de dólares en 2013 a 12.500 millones en 2015, una caída del 70%.

Economistas independientes atribuyen la falta de acceso a divisas al régimen de control de cambios adoptado en 2003 por el gobierno de Hugo Chávez (1999-2013), que Maduro reconoció este miércoles que está «agotado».

«Sin divisas, sin pagar proveedores, destrucción del aparato productivo y sin confianza, los anuncios son sal de trufas en un bisté podrido», opinó Luis Vicente León, presidente de Datanálisis.

El nuevo sistema de dos bandas, que eliminó una tercera tasa de cambio de 13,5 bolívares para materias primas e insumos industriales, busca según Maduro que el país salte de una economía rentista petrolera a un modelo productivo.

«La clave está en cuántos dólares se liquidarán a 10 y cuántos a 200. De entrada el gobierno no tiene dólares para ofertar a 200, así que no tiene cómo responder a la avalancha de demanda», dijo el economista Miguel Angel Santos.

Para Asdrúbal Oliveros, director de Econanalítica, «una devaluación o aumento de gasolina o precios no son las medidas que sacarán a Venezuela de la crisis. Esto requiere mucho más», advirtió.

La economía y la vida diaria en Venezuela están trastocadas por el mercado negro de la divisa, donde sobrepasó los 1.000 bolívares por unidad, 100 veces más que la nueva tasa oficial más baja.

– «El enemigo a vencer» –

Maduro adoptó las medidas en el marco de un decreto de emergencia económica, vetado por la mayoría opositora en el Parlamento pero que ratificó hace una semana el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), aumentando la pugna de poderes.

El gobierno asegura que la inflación y la escasez -principal reflejo de la crisis- son parte de la guerra económica que atribuye a empresarios de derecha con el objetivo de provocar malestar popular para derrocarlo.

Largas filas se forman en supermercados para comprar harina, arroz, café, aceite y otros alimentos subsidiados, de venta regulada.

«Avancemos ya para cambiar a este gobierno. Se agarran del bolsillo del pueblo para sostenerse», reaccionó uno de los partidos de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

La MUD asegura que la única forma de que Venezuela salga de la crisis es un «cambio de gobierno», y asegura que el decreto de emergencia obedece a un «modelo fracasado» de excesivo control estatal.

La oposición, que controla el Congreso desde enero pasado por primera vez en 17 años de hegemonía chavista, estudia una vía legal para acortar el mandato de Maduro (2013-2019), para lo cual evalúa una enmienda constitucional o un referendo revocatorio.

 

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