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Los reformistas encabezan en Teherán los resultados parciales de las legislativas

Los candidatos reformistas y moderados del presidente Hasán Rohani se encontraban a la cabeza en Teherán con amplia ventaja en las elecciones legislativas iraníes, según resultados parciales escrutados este sábado, reforzando sus esperanzas a nivel nacional.

 

Otro motivo de satisfacción para el presidente iraní es que en una consulta paralela tanto él como uno de sus aliados, el expresidente Akbar Hachemi Rafsandjani, fueron elegidos por Teherán para integrar la Asamblea de Expertos que, entre otros, designa al guía supremo de la nación.

Rohani se apoya sobre todo en el gran avance que significó el acuerdo sobre el programa nuclear iraní concluido en julio de 2015 con las grandes potencias, lo que permitió al país salir del aislamiento y el levantamiento progresivo de las sanciones económicas internacionales que pesaron sobre el mismo durante una década.

Un total de 1,3 millones (44%) de los 2,9 millones de electores habilitados en la capital votaron el viernes a favor de los reformistas y moderados, que podrían obtener 29 de los 30 escaños que le corresponden a Teherán. Precisamente, antes el total de los escaños estaba en manos de los conservadores.

La lista de los reformistas y moderados en la capital estaba liderada por Mohamad Reza Aref, excandidato de los primeros a la presidencia en 2013, quien entonces se retiró a favor del candidato moderado Hasán Rohani, permitiéndole así ser elegido en la primera ronda de las presidenciales.

Aref se encuentra a la cabeza de los candidatos en Teherán, seguido del conservador moderado Ali Motahari, aliado de los reformistas.

Este resultado contundente en la capital iraní contrasta con el resto de los resultados parciales en otras regiones del país, que este sábado por la noche no permitían determinar tendencias claras entre los reformistas, aliados a los moderados, y los conservadores.

Rohani, elegido en 2013, espera obtener una mayoría en el Parlamento, actualmente dominado por los conservadores, para poder continuar su política de apertura.

La mayoría de las sanciones a Irán se levantaron a mediados de enero con la entrada en vigor del histórico acuerdo nuclear. Estas elecciones son las primeras desde la firma del mismo.

Esto le ayudaría, especialmente mediante las esperadas inversiones extranjeras, a aplicar una política de reformas económicas y sociales antes del final de su primer mandato en 2017.

– ‘Nuevo capítulo’ –

«La competición terminó», declaró este sábado Rohani. «Ahora es tiempo de abrir una nueva vía apoyándose en las capacidades nacionales e internacionales, de abrir un nuevo capítulo para el crecimiento económico y la prosperidad», subrayó.

Los resultados definitivos, que deben ser validados por el poderoso Consejo de los Guardianes de la Constitución (controlado por los conservadores), se conocerán dentro de varios días.

Los colegios electorales para esta elección, al Parlamento y de la Asamblea de Expertos, cerraron sus puertas el viernes por la noche, tras varias horas de prolongación.

Los 55 millones de electores estaban llamados a escoger a los 290 miembros del Parlamento y a los 88 miembros de la Asamblea de los Expertos, dos instituciones actualmente también controladas por los conservadores.

Los reformistas habían boicoteado las elecciones legislativas de 2012 en protesta por la reelección del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadinejad en 2009, que consideraban fraudulenta.

En cambio, este año los reformistas se presentaron en masa a la consulta, a pesar de que muchos candidatos fueron vetados por el Consejo de los Guardianes de la Constitución, que además controla las elecciones.

Para fortalecer sus posibilidades de victoria, los reformistas se aliaron con los moderados, algunos de los cuales pueden ser conservadores, y presentaron una lista común denominada «Esperanza».

Los conservadores organizaron por su parte una gran coalición que, en sintonía con la línea del Guía Supremo, el ayatolá Alí Jamenei, quien se inquieta de un riesgo de «infiltración» extranjera en caso de una victoria de reformistas y moderados.

«Tenemos enemigos» a los que debemos «decepcionar», dijo Alí Jamenei el viernes en el momento de emitir su voto.

Jamenei, de 76 años, aprobó el acuerdo nuclear, pero regularmente expresa su desconfianza hacia las grandes potencias occidentales, en primer lugar respecto a Estados Unidos, acusadas de querer «infiltrase» en Irán.

 

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