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AFP
La economía brasileña, la séptima del mundo, se contrajo 3,8% en 2015, su mayor caída en 25 años teniendo en cuenta todas las series históricas y confirmando así una profunda recesión que se anticipa como la peor en un siglo.
El retroceso del Producto Interno Bruto (PIB) de la principal economía latinoamericana es el mayor de la actual serie iniciada en 1996 y también el más importante desde 1990, cuando estaba en vigor otra serie y la economía se contrajo un 4,3%, precisó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE, oficial).
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Brasil obtiene así el segundo peor desempeño económico de toda Latinoamérica, solo detrás de Venezuela que habría tenido un desplome del PIB de 10% en 2015 según el FMI, y si se confirman los pronósticos el peor entre sus socios del club de potencias emergentes BRICS (integrado por Brasil, China, Rusia, Sudáfrica, India).
En recesión técnica desde el segundo trimestre de 2015, la economía brasileña está estancada o tiene un magro crecimiento desde hace cinco años. En 2014, el PIB creció apenas 0,1%.
El pobre desempeño de la economía el año pasado se vio fuertemente influenciado por la caída de la industria (-6,2%) así como la de los servicios (-2,7%). La agropecuaria creció un débil 1,8%.
La economía retrocedió 1,4% en el cuarto trimestre del año pasado en relación al anterior. En el primer trimestre de 2015, la contracción fue de 0,8%, en el segundo de 2,1% y en el tercero de 1,7%, siempre en relación a los trimestres anteriores.
El Banco Central de Brasil esperaba una caída del 4,1% y el Fondo Monetario Internacional una de 3,8% del PIB brasileño el año pasado.
El mercado proyecta un retroceso del PIB de 3,45% este año y el FMI anticipa un estancamiento para 2017. Si estas cifras se confirman, sería la peor contracción económica del país en un siglo.
La presidenta de izquierda Dilma Rousseff enfrenta un complejo cóctel de contracción de la actividad, déficit fiscal, una inflación de dos dígitos y desempleo creciente. Su popularidad está en apenas 11%, la oposición pide su destitución, la máxima corte electoral la investiga por financiación ilegal de su campaña a la reelección y el Congreso tarda en aprobar un crucial plan de austeridad.
A todo esto se suma un megaescándalo de corrupción destapado en la estatal Petrobras, que ha golpeado la economía y llevado a la cárcel a grandes empresarios, banqueros y figuras del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y de partidos aliados.
DP/PCP