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Camila Albertini
Brasil es el principal destino de nuestras exportaciones no cobre en Latinoamérica y el cuarto a nivel mundial. De hecho, en 2015 se registraron envíos (sin el metal rojo) por 1.691 millones de dólares, según cifras de ProChile.
Sin embargo, la economía del gigante latino y la séptima del globo, se contrajo 3,8% el año pasado. Esta es su mayor caída en 25 años teniendo en cuenta todas las series históricas y confirmando así una profunda recesión que se anticipa como la peor en un siglo.
¿Qué significa esto para Chile? El mismo año en cuestión, el comercio bilateral (que gracias al Acuerdo de Complementación Económica Chile-Mercosur el 100% de los productos nacionales ingresan a dicho mercado con arancel cero) sufrió una caída de 23% en bienes no cobre.
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Para Luis Edwin Gonzáles, investigador de Clapes UC, “esta caída es significativa y es justificada por la contracción en la demanda”.
Con estos resultados, Brasil obtiene el segundo peor desempeño económico de toda Latinoamérica, sólo detrás de Venezuela que habría tenido un desplome del PIB de 10%, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Inversiones chilenas en Brasil
El gigante latinoamericano ostenta el primer lugar de la cartera de colocaciones de Chile en el extranjero, con una cifra cercana a los 26.200 millones de dólares, pero Gonzáles explica que con el escenario de recesión, la demanda será menor y, por ende, afectará al consumo y a las inversiones.
“Esta menor demanda, dependiendo de los sectores, generará requerimientos de ajuste de costos con posibles despidos de mano de obra”, dice el experto.
Cabe destacar que, de acuerdo con un informe de ProChile, nuestro país es el principal abastecedor de Brasil en vino embotellado (41% de las importaciones de ese país en 2015 fue de origen chileno y representó un total de US$ 107 millones); productos del mar (con un total de US$ 471 millones); uvas frescas (con US$ 36,9 millones) y nueces sin cáscara (con US$ 28,3 millones).
Turismo es la oportunidad
Si bien este año los productos comerciales se pueden ver disminuidos con la contracción de la economía brasileña, el investigador de Clapes destaca que de igual forma se abren otras oportunidades, como el turismo y las exportaciones brasileñas, gracias a la alta depreciación de la moneda local (real).
“La depreciación del real brasileño contra el dólar fue de 79,6% desde junio de 2014 a la fecha, por lo que las exportaciones brasileñas ganan un poco de competitividad más comparando con la depreciación que tuvo el peso chileno que, en el mismo periodo, fue de 23%”.