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Pablo Contreras Pérez
No hay situación económica más ajustada que la de un estudiante de educación superior. Y pese a que se puede contar con alguna beca o crédito, hay otros gastos como las fotocopias o el del arriendo en el caso de los que se trasladan a otra región, que pueden mermar el bolsillo en esta época de la vida.
Si eres de los que no quiere pasar zozobras y quieres hacer rendir al máximo la plata de que te puenda dar tus padres, puedes seguir los siguientes consejos que entrega Ricardo Ibáñez de Defensa Deudores.
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1. Cómo priorizar
«Lo primero que uno debe saber es exactamente con cuánto dinero cuenta mensualmente y luego saber cuál es tú gasto fijo», explica el abogado.
De esta manera, se puede ir jugando y priorizando mes a mes dependiendo de las necesidades, «pero es prioritario desde muy joven crear una conciencia de ahorro que nos hará una vida adulta más fácil», apunta el especialista.
2. Ingreso extra
Ibáñez recomienda realizar alguna actividad laboral desde temprana edad, «ya que eso les permite obtener habilidades que sus pares no tendrán. Además, esos ingresos extras podrán destinarlos a cubrir actividades extra programáticas y de recreación que no alcanzan a cubrir con las mesadas».
Pero hay que tener ojo porque este empleo debe ser compatibilizarse con los estudios, evitando disminuir el rendimiento como estudiante. «La recomendación es que sean actividades part time como empaquetadores de supermercado, reponedores, garzones, etc.», sostiene.
3. Evitar tentaciones de deuda
Es común que dentro de las universidades hayan stands de bancos ofreciendo tarjetas los estudiantes. Si bien Ibáñez señala que éstas son necesarias, «ya que nos permiten adquirir cosas que por otros medios no podríamos», advierte que «cuando uno es joven y no ha tenido una correcta educación económica, puede verse tentado por el dinero plástico; y como esto nos da una ilusión de más dinero puede hacer que fácilmente un joven se endeude».
El abogado recuerda que según un informe de Equifax y la Universidad San Sebastian de septiembre de 2015, hay 8% más de jóvenes morosos que en 2014, de entre 18 a 24, y un 15% más de entre 25 a 29 años.
4. Armar un presupuesto
Ordenar los gastos es lo primordial. «Del 100% de nuestros ingresos debemos tratar de distribuirlo de la siguiente manera: 10% al ahorro, 10% a la entretención, 20% al pago de créditos y tarjetas, 30% en gastos generales de una casa (luz, agua, gas, arriendo, otros), 30% en alimentación, transporte, fotocopias, etc.», aconseja el especialista.
Por otro lado, menciona que el estudiante podría disminuir gastos, por ejemplo, en transporte público, usando la bicicleta o caminando si el centro de estudios queda cerca, ocupando ese dinero para gastos de libros u otros materiales.
5. Gastos compartidos
Si eres de los muchos estudiantes que tiene o decide compartir una casa o departamento como forma para ahorrar, es recomendable coordinar con el compañero para evitar malos ratos.
«Muchas veces sucede que sólo uno paga las cuentas, y ha pasado que esa persona por meses se queda con el dinero y no paga, y nos enteramos hasta que ya están con orden de corte de los suministros», subraya el abogado.
Por eso recomienda que «lo importante es sumar todas las cuentas y dividirlas en partes iguales, colocando una fecha en la que todos deben tener el dinero y turnar la responsabilidad de recolectar esa plata y pagar las cuentas».