PUBLICIDAD
El disputado patrimonio del santo está constituido por collares y aros de oro y piedras preciosas. En sus arcas hay 3.326 diamantes, 164 rubís y cerca de 200 esmeraldas.
Miles de napolitanos protagonizaron este sábado una protesta contra un decreto que prevé que la Iglesia Católica tome el control del tesoro de San Jenaro, patrimonio local del santo que se estima supera el valor de las riquezas de la corona británica.
«Estamos protegiendo una institución centenaria, no vamos a aceptar una interferencia ni de la Iglesia ni del gobierno», afirmó Paolo Jorio, director del Museo de San Jenaro, donde se conservan las joyas.
La polémica comenzó por la publicación de un decreto del ministerio del Interior que amenaza la autonomía del consejo laico que desde hace casi 500 años vela por la conservación del tesoro atribuido al patrono de Nápoles.
La rica colección, a la que han aportado aristócratas, devotos y personalidades diversas como Napoleón, posee joyas y bienes de elevado valor.
Este sábado, más de 3.000 personas, muchas de ellas vestidas con camisetas con el retrato del santo, agitaron pañuelos blancos en la puerta del museo. Algunos manifestantes portaban pancartas con la leyenda «No toquen nuestro tesoro».
PUBLICIDAD
El consejo laico fue fundado en 1527 por los supervivientes de una serie de catástrofes que azotaron la ciudad: la peste, un asedio realizado por tropas francesas y otra desastrosa erupción del Vesubio. Acongojados, los habitantes de la ciudad decidieron erigir una capilla a su santo patrono, quien según la tradición fue decapitado en el siglo IV en el marco de las persecuciones contra los cristianos ordenadas por el emperador Diocleciano.
Junto con las representaciones del santo, el tesoro está constituido por collares y aros de oro y piedras preciosas. En las arcas hay 3.326 diamantes, 164 rubís y cerca de 200 esmeraldas.
El ministro del Interior, Angelino Alfano, afirma que el consejo que administra el tesoro es similar al que está a cargo de la basílica de San Pedro en Roma, por lo que cuatro de sus puestos directivos deberían ser adjudicados a la Iglesia Católica. Desde el otro lado, el consejo y sus fieles argumentan que esta estructura es más que un ente administrativo, ya que es la encargada de velar por el rito del milagro de San Jenaro.
Dicha tradición se relaciona con una ampolla enmarcada por un relicario que supuestamente contiene sangre del santo. Tres veces al año, los feligreses rezan por el milagro de la licuefacción del líquido: si la sangre permanece sólida, los participantes lo consideran como un indicio de desastres.
Según el director del museo de San Jenaro, en medio de la polémica por el tesoro el cardenal Crescenzio Sepe, arzobispo de Nápoles, ha presionado al ministro del Interior para extender su influencia sobre uno de los símbolos más conocidos de la religión popular italiana. Añadió que el consejo apelará al decreto y que convocarán más movilizaciones para intentar revertirlo.
En tanto, el alcalde de Nápoles, Luigi De Magistris, dijo que hará todo lo que sea necesario para asegurar que «lo que nos dio san Jenaro no sea mermado».
PUB/FDR