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El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) denunció hoy que un “Centro de Salud Familiar de Iquique negó atención endocrinológica a un hombre transexual, además de hacerles exigencias que violentan el Protocolo Nacional de Readecuación Corporal de las Personas Trans del Minsal”.
El centro de salud privado le exigió a G.M.V someterse a cirugías para iniciar el proceso de readecuación corporal “en circunstancias que nadie puede ser obligado a procedimientos quirúrgicos, mientras que el Ministerio de Salud (Minsal) es claro en indicar que la hormonización es un proceso previo al pabellón”, indicó la activista trans del Movilh, Paula Dinamarca.
G.M.V explicó que en febrero pasado fue atendido en el mencionado centro por el médico Pedro Villavicencio Molina, quien “se negó a iniciar el proceso de hormonización, pese a contar con los certificados psiquiátricos y médicos que me autorizaban a ello. Me dijo que era antiético dar hormonas masculinas a una mujer, sin antes modificar mis genitales”.
En respuesta, el Movilh envío un reclamo formal al propietario del recinto, Julio Aguilera, acusando que “obligar a las personas trans a someterse a cirugías es una violación a los derechos humanos. Además, vuestro Centro violentó la “Vía clínica para la adecuación corporal en personas con incongruencia entre sexo físico e identidad de género”, del Ministerio de Salud, donde se establecen claramente las etapas del proceso
De acuerdo a la Vía Clínica, el primer paso es la atención psicológica o psiquiátrica; el segundo, la hormonización y el tercero, sólo si la persona lo requiere, la cirugía.
Aguilera, a su vez, respondió al Movilh que nada podía hacer, pues era sólo dueño del recinto médico, donde los especialistas gozan de total autonomía.
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“Lamento mucho lo ocurrido, pero lamentablemente la relación que tenemos con los profesionales que trabajan en el Centro Médico es solamente a través de un arriendo de oficina. Del mismo modo no tendría cómo ofrecerle el servicio que demanda ya que el Dr. Villavicencio es el único endocrinólogo que nos arrienda consulta en nuestro Centro Médico”, respondió Aguilera.
Para el Movilh, “esta respuesta es una burla, un abuso. Resulta ser que una persona es dueña de un centro médico, pero es incapaz de garantizar si está ofreciendo un bien servicio. Este Centro de Iquique, es un peligro para la salud. Es más claro ejemplo de que la salud puede ser en Chile sólo un negocio que daña la calidad de vida de las personas”.
PUB/VJ