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Bertha Ringer nació el 3 de mayo de 1849 en Pforzheim (Alemania), se casó con Karl Benz a los 23 años, con quien tuvo 5 hijos. Se convirtió en la primera automovilista de la historia al realizar un inédito trayecto de larga distancia con un automóvil. Gracias a su iniciativa y fuerza, demostró al mundo que se trataba de un nuevo y revolucionario medio de transporte.
Tanto el propio Benz, como el resto de la opinión pública de la época, pensaban que aquel invento excéntrico no funcionaría. Las finanzas de los Benz comenzaron a resentirse y Karl pensó en abandonar el proyecto y construir sólo los motores que él había patentado. Pero Bertha no pensaba igual y decidió demostrar la utilidad real del vehículo para el público y dar a su marido la confianza necesaria de que sus construcciones tenían futuro.
Para ello determinó realizar un viaje largo y demostrar la viabilidad del invento de su marido. El vehículo llevó a Bertha y sus dos hijos desde Mannheim hasta Pforzheim. No fueron pocos los problemas con los que se encontraron a lo largo del recorrido: inconvenientes con el combustible, la refrigeración, los frenos (que dieron como resultado el invento de las fundas de las pastillas de freno), la cadena de distribución y el carburador. Bertha tuvo que ingeniárselas para solucionarlos a medida que avanzaba en el trayecto.
El viaje tuvo una distancia de 194 Km. El acontecimiento se divulgó rápidamente, los críticos quedaron convencidos de lo revolucionario del invento. El viaje dio la confianza al público en general, que vio como el automóvil podía acortar significativamente las distancias. Además, la experiencia vivida ayudó a introducir varias mejoras en su desarrollo técnico.
No cabe duda de que sin la intervención y el arrojo de Bertha Benz (conocida así también por el apellido de su marido), el automóvil hubiese tenido un poco más difícil su viaje hacia el futuro. Bertha demostró que este invento iba a redefinir los conceptos de tiempo y distancia, y a modificar de forma permanente los hábitos de vida de millones de personas en el mundo.
El primero de la historia
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Karl Benz inició sus experimentos sobre motores de combustión en 1877 y casi una década después diseñaba lo que hoy se considera el primer automóvil. Se trataba de un triciclo al cual denominó Motorwagen (en alemán, «auto a motor») y que fue patentado en 1886. Este primer vehículo de tres ruedas lucía varios detalles de diseño adoptados de la fabricación contemporánea de bicicletas.
El Benz Motorwagen Patent 1, nombre oficial del vehículo, estaba propulsado con un motor monocilíndrico de cuatro tiempos de 954 cc, que le otorgaba 0,9 CV de potencia a 400 rpm, alcanzando los 16 Km/h de velocidad máxima. Disponía de una caja de cambios de 2 velocidades y su consumo era de 10 litros cada 100 Km. El diseño de Benz tenía un gran volante montado horizontalmente sobre el chasis, pensado para mejorar la conducción y la estabilidad del vehículo.
El cuerpo de este diseño fue conformado y soldado a partir de un tubo de acero. Recién en 1893 Benz inventó la dirección del eje para dos ruedas delanteras, uno de los hitos más significativos de la historia del automóvil. Luego de patentar este modelo, Benz siguió rápidamente construyendo otros, agregando pequeñas mejoras al original. El tercer modelo patentado, de 1888, fue suficientemente mejorado para salir a la venta al público en general, lográndose comercializar 25 unidades.
Uno de estos coches se ha mantenido en su condición original, perteneciendo al Science Museum de Londres desde 1913.