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Pablo Contreras Pérez
Luego de destapada la estafa piramidal de AC Inversions y luego la acusación realizada contra IM Forex, un manto de duda y temor se posó sobre el mercado de las inversiones que permiten ganar una platita extra.
Tal como han dicho los expertos, la promesa de la rentabilidad alta, segura y sin riesgo no existe, pero si quiere obtener algo más que lo que le ofrecen los bancos en instrumentos como los depósitos a plazo, aquí le presentamos dos opciones distintas que quizás llamen su atención, ambas usando el crowdfunding, modelo donde mediante la cooperación colectiva, personas realizan una red para conseguir dinero u otros recursos para un proyecto determinado.
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Uno de ellos es Becual. Según explica su CEO Herbert Schulz, esta es una plataforma tecnológica apoyada por Corfo «que conecta a pymes que necesitan créditos con personas que tienen ahorros y quieren invertirlos», es decir, las pequeñas y medianas empresas acceden a créditos que son financiados con estos pequeños inversionistas, partiendo de un monto mínimo de $100.000, quienes optan a una ganancia que va entre un 0,7% y un 1,1%.
Dada la desconfianza que se ha generado en este ámbito, Schulz detalla que quienes quieran invertir, pero tienen el temor de hacerlo tienen dos respaldos: certificados de fianzas definidos en la ley 20.179, emitidos por sociedades de garantía recíproca que funcionan bajo supervisión de Corfo y Superintendencia de Bancos; y facturas de empresas solventes cedidas de acuerdo a lo establecido en la ley 19.983.
Si es de los que se la jugó, pero se arrepintió tiene la opción de retirarse. «Existen mecanismos que les permiten liquidar anticipadamente su inversión, dejando de recibir los intereses que quedaron pendientes», explica el CEO de Becual, quien añade que esto tiene un costo del 0,25% más IVA de lo invertido y los intereses ganados a ese instante.
La otra alternativa es mirar al mercado inmobiliario y quien lidera el crowdfunding aquí es Propius, empresa que te permite ser dueño de un «pedazo de un departamento», con una inversión inicial de 40 UF (alrededor de $1 millón).
Según su gerente general, Mariano Torrealba, la clave en este caso como en toda inversión es diversificar, es decir, no poner todos los huevos en la misma canasta y ejemplifica diciendo que «por el pie de un departamento puedes diversificar invirtiendo en 10 departamentos».
Esta alternativa de inversión es a largo plazo, ya que en una primera instancia el departamento en cuestión es arrendado y ese dinero se reparte entre todos estos dueños o «accionistas» que forman una sociedad para ser propietarios del inmueble. Luego en un plazo de dos años, éste se vende revalorizado y esas ganancias nuevamente son distribuidas entre todos los «socios».
Respecto de posibles riesgos, Torrealba explica que «las inversiones con nosotros están respaldadas con las promesas y sus respectivas pólizas de garantía». Asimismo es transparente al señalar que no niega que puede haber un riesgo, pero «en ningún caso las personas exponen perder su capital, pero si los departamentos bajan de precio respecto del precio de la compra en blanco una vez entregados podrían perder una pequeña parte de lo invertido, por eso nuestro modelo está diseñado para que el inversionista pueda diversificarse en distintas unidades y proyectos disminuyendo de esta manera el riesgo».
«Se genera un alto grado de desconfianza»
Para Mario Valenzuela, vicedecano de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, no cabe duda que el caso de AC Inversions «genera un alto grado de desconfianza de parte de los ahorrantes e inversionistas», pero espera que esta situación «ayude a transparentar más este tipo de mercados de activos financieros, como parte de la cultura financiera que tenemos que adquirir».
Para quienes quieran invertir, pero mantienen ciertos temores, el académico aconseja que «no hay que ser codicioso», e insiste que las promesas de retorno con cero riesgo, son situaciones que «en el mercado formal y regulado no existen» y llama a las personas a la tranquilidad «en relación a la seguridad de sus ahorros, particularmente cuando se trata de instituciones financieras, entiéndase bancos y corredores de valores, que tienen un reconocido prestigio en el país».