La práctica de velar cuerpos de una manera atípica sigue siendo una constante en las funerarias de la isla. El último de ellos corresponde al del joven Fernando de Jesús Díaz Beato, de 26 años, quien murió asesinado. Su cuerpo fue colocado en la silla que más le gustaba, con los ojos abiertos, mientras ‘fumaba’ un cigarrillo.
En este vídeo te presentamos los funerales no comunes hechos en Puerto Rico.