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Marnie-Rae Harvey, joven inglesa de 17 años, despertó una mañana con su rostro ensangrentado, la razón de la impactante escena se debía a que sus ojos lloraban sangre.
Dos años antes, la adolescente había comenzado a toser sangre, sin embargo a palabra de sus médicos no significaba nada de gravedad. Esta vez tampoco pudieron identificar causas.
«Cuando llegamos al hospital me revisaron los ojos, pero no tenían ninguna anomalía. Había llorado sangre, pero el ojo estaba normal y los resultados del análisis de sangre también», indicó a BBC Mundo.
Tras un mes llorando sangra durante cada día, el tema se complicó aún más al evidenciar que sus oídos también sufrían de hemorragia.
Su vida ha dado un giro drástico, tuvo que abandonar los estudios y se ha convertido en una rareza para las personas.
«La gente sólo se queda mirando fijamente, mientras yo apenas puedo caminar sin sentirme enferma. El otro día en el hospital había gente que intentaba tomarme fotos y decían cosas feas sobre mi cara», agregó.
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La joven ha sido evaluada por ginecólogos, hematólogos, neurólogos y hasta pediatras, sin embargo ninguno de ellos ha logrado dar con la causa de su llanto.
Lamentablemente para Harvey, durante los últimos doce días la situación ha empeorado.
«Normalmente yo sangro por cinco minutos y se detiene por una hora. Pero ahora sangro por media hora y para por cinco minutos. Me siento enferma cinco veces al días», relató.