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Columna de Beatriz Sánchez: La máquina SQM

CiperChile también lo publicó. Lo hizo dos días después de la publicación de los correos entre Contesse y Longueira. Y lo que ahí demuestra con un reporteo de meses, es el centro del asunto, es la explicación a todo, es el reflejo del daño provocado por SQM. Un daño que es mucho mayor de lo que creemos.

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La arista SQM en el caso de los vínculos truchos entre negocios y política se transformó en una caja de Pandora.  No sólo nos hemos enterado cómo esta empresa del ex yerno de Pinochet repartía dineros lícita e ílicitamente a partidos del oficialismo, la oposición y otros (ME-O); sino que hemos sido testigos de cómo redactó el artículo de una ley que los benefició y nos perjudicó a todos los chilenos.

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Tristemente, el asunto no termina ahí.  El periodista Alberto Arellano de CiperChile, tiró de una hebra fundamental.  Indagó sobre los beneficios que obtiene SQM después de repartir tanta plata, lo que esa empresa asegura, lo que esa empresa evita, cómo esa empresa hace y deshace, a la vista y paciencia de un gobierno tras otro por 20 años. Sólo por el litio la empresa ganó, hasta 2014, 771 millones de dólares y se ha provocado -en un rápido recuento estimativo- 30 millones de dólares en perjuicio al fisco como mínimo.

En el reportaje titulado «Las escandalosas fallas de la Comisión de Energía Nuclear que beneficiaron a SQM», se detalla cómo durante 20 años el Estado de Chile perdió millones de dólares en un contrato a favor de SQM en la explotación del litio, sin que existiera ninguna fiscalización, donde la minera no metálica miente y abusa.  

¿Cómo es esto escandalosamente posible? ¿Cómo es que existiendo instancias de fiscalización y control, no hubo fiscalización y control? ¿Cómo es que desde 1995 un gobierno tras otro dejó hacer y deshacer a SQM? La respuesta ya la sabemos.  SQM se compró ese derecho. Compró su derecho a hacer el negocio como quería, compró la posibilidad de pagar una mínima cantidad al Estado, compró su derecho a no ser fiscalizado, compró su derecho a no ser sometido a control, compró su derecho a hacer las leyes.  

El valioso reportaje de Ciper deja en relevancia algo que es muy de fondo. SQM quebrantó la dignidad de la política, violó la potestad del Estado de defender a los ciudadanos y protegerlos de comportamiento abusivos. Dinamitó nuestra confianza en las autoridades. Logró extender la máxima de la dictadura que despreciaba a la política y los políticos. Y también a nuestra democracia. El daño es profundo. El daño es perturbador.

Frente a este escenario oscuro, hay alternativas. Pero significa «tomar el toro por los cuernos», significa «meterse en las patas de los caballos», significa enfrentar desde y con decisión política este episodio. El Ejecutivo, específicamente la Presidencia, puede quitarle el negocio del litio a SQM. Puede intentar de aquí en adelante reparar el tremendo daño que esta compañía les ha hecho a las arcas fiscales. Que le ha hecho, junto a los que han cedido, al país entero. Los mismos contratos incumplidos permiten al Estado de Chile, a sacar a SQM del negocio y expropiar sus instalaciones. Puede parar a la compañía de Ponce Lerou «en seco».

La gran pregunta es si lo hará. La pregunta es si se atreverá a hacerlo.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

 

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