Este viernes 18 de marzo se conmemora el Día Mundial del Sueño que creó la Asociación Mundial de Medicina del Sueño con el fin que las personas puedan informarse de los trastornos que existen en este ámbito y le den la importancia necesaria al descanso nocturno.
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Además de informarse de los trastornos que se pueden generar, desde la Asociación Mundial de Medicina del Sueño elaboró siete consejos para descansar bien y tener un sueño reparador:
1. Tener hábitos: Es ideal tener horarios fijos todos los días para el momento de ir a dormir y despertar, lo que ayuda a establecer un horario prefijado que equilibrará el ritmo natural del cuerpo y mente.
2. Estar en movimiento: Al realizar ejercicios a diarios genera utilizar de buena forma el exceso de energía y mejorar la calidad del sueño.
3. Minutos máximos para siesta: Es cierto que tomar una siesta en el día sirve para recuperarse de las horas perdidas de sueño de la noche anterior, pero las personas que sufren de insomnio deben tener en cuenta una fijación máxima de 45 minutos al día.
4. Despejar la mente: Para poder despejarse de las preocupaciones constantes del trabajo o estudio, es bueno escribir y programar la semana de trabajo unas horas antes de ir a la cama para así evitar los problema de preocupación del 60% de los trabajadores durante los días domingo.
5. Tiempo de tranquilidad: La mayor cantidad de personas que confiesan tener problemas de sueño confiesan que una hora antes de acostarse utilizan aparatos electrónicos o dispositivos móviles, por lo que los expertos recomiendan tener una hora entera de tranquilidad para ayudar al cerebro a lograr la calma necesaria.
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6. Inducción al sueño: Si la idea es dormir más rápido y descansar de buena manera, se pueden ingerir té que contengan ingredientes activos que ayuden a tener un sueño profundo y reparador como el té de manzanilla o valeriana.
7. Luces apagadas: A la hora de ir a dormir se recomienda hacerlo a oscuras, porque el uso de luces artificiales reducen la producción de melanina en el cuerpo, hormona que es fundamental para el control del ciclo de sueño y vigilia.