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El caso Lula: dos semanas de terremoto político en Brasil ahora con el expresidente en el centro

La cronología del suceso que impactó al gigante sudamericano.

Los momentos clave de dos semanas de sismo político-judicial en Brasil, tras el allanamiento de la casa y el interrogatorio del expresidente Lula, por supuestos delitos de corrupción y lavado de dinero en el marco del escándalo de Petrobras.

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Iniciada en 2014, la investigación sobre el gigante petrolero estatal reveló un sistema fraudulento permanente en los negocios de Petrobras con las empresas de construcción más grandes del país, en el que se pagaban comisiones que en parte se distribuían a legisladores de la coalición en el poder.

— 4 de marzo —

El ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), ícono de la izquierda brasileña, es interrogado por la Policía Federal después de registrar su domicilio en Sao Paulo, así como de varios colaboradores, familiares y del Instituto Lula.

Esta operación se produce un día después de una avalancha de nuevas acusaciones de corrupción, incluyendo la declaración de un senador implicando, según la prensa, contra Lula y la presidenta Dilma Rousseff.

Lula se defiende con vehemencia de las acusaciones. Anuncia que va a luchar hasta el final y pide a sus partidarios que salgan a las calles.

— 7 de marzo —

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En su declaración del 4 de marzo, Lula (de 70 años) expresó su intención de postularse a la presidencia en 2018 y calificó de «canallada homérica» las acusaciones en su contra.

Rousseff, que se enfrenta a un juicio político por el supuesto maquillaje de las cuentas públicas, acusó a la oposición de querer anticipar las elecciones presidenciales de 2018.

— 10 de marzo —

El Ministerio Público de Sao Paulo denuncia al expresidente por ocultación de patrimonio, ya que sospecha que es dueño de un elegante apartamento en el cercano balneario de Guarujá, algo que el exmandatario niega tajantemente. Los fiscales consideran que Lula «ha violado el orden público» al llamar a sus seguidores a salir a las calles para denunciar la  «persecución judicial» de la que es objeto.

— 11 de marzo –

Rousseff descarta renunciar e invita a Lula, fundador del Partido de los Trabajadores (PT, en el poder) a integrarse al gobierno.

— 12 de marzo –

El gran partido de centro PMDB, un pilar clave de la coalición parlamentaria, se da 30 días para decidir si cerrará la puerta de la mayoría, lo que sería fatal para Rousseff. Si Rousseff fuera destituida en un impeachment (juicio político), el vicepresidente Michel Temer (PMDB) asumiría el poder hasta las elecciones de 2018.

— 13 de marzo —

Unos tres millones de personas, según la policía, salieron a las calles en todo el país al grito de «Fuera Dilma» en un clima de fuerte descontento social por la recesión económica y el fraude a Petrobras.

— 14 de marzo —

La juez de Sao Paulo que debía pronunciarse sobre un pedido de prisión preventiva contra el expresidente por presunto lavado de dinero transfiere el caso al juez federal Sergio Moro, quien lleva el caso del megafraude en Petrobras. Así, el juez centraliza las dos investigaciones judiciales contra Lula.

— 15 de marzo —

Cuando Lula llega a Brasilia para discutir su entrada en el gobierno, la justicia hace públicas las confesiones de un senador del PT en el poder, que acusaba al ministro Aloizio Mercadante de intentar comprar su silencio para proteger al gobierno de Rousseff. También acusa a Lula, Rousseff, al vicepresidente Michel Temer y al líder de la oposición Aécio Neves (PSDB).

— 16 de marzo —

Lula es nombrado «ministro de Estado, jefe de la Casa Civil», puesto que lo libra de la amenaza de ser ser detenido por el juez Moro. Los ministros solo pueden responder penalmente de sus actos ante el Tribunal Supremo Federal.

Manifestaciones de indignación se desencadenan en la calle y en el Congreso después de la difusión, por pare del juez Moro, de la grabación de una conversación telefónica entre Rousseff y Lula sugiriendo que la designación de éste buscaba evitarle ir a prisión.

— 17 de marzo —

Lula es investido como ministro clave de la presidenta, pero un juez suspende su designación. El gobierno apela la suspensión, mientras Rousseff denuncia una maniobra de «golpistas».

Los diputados inician el procedimiento de destitución contra la presidenta Rousseff, al elegir una comisión especial encargada de preparar un primer informe que será sometido al plenario de la Cámara.

En plena crisis política, la Bolsa de Sao Paulo cierra con un alza de 6,6%, el mayor aumento en una jornada en siete años.

PUB/CM

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