PUBLICIDAD
Cuestionado por la justicia en 2014 por supuestas adopciones irregulares en las que participó durante los años 70 y 80’s, aunque la causa se sobreseyó por encontrarse prescrita, el padre Gerardo Joannon Rivera fue enviado por orden de la Iglesia Católica a Argentina durante un año. Hoy está de vuelta en el país, asistiendo misas para el obispo de la diócesis de San Felipe, Cristián Contreras Molina.
Joannon se refiere al proyecto de ley que despenaliza el aborto en 3 causale y que durante la semana fue aprobado por la Cámara de Diputados, pasando a trámite en el Senado, en entrevista concedida a La Tercera en su edición impresa de hoy.
Consultado por su vinculación en los casos de adopciones irregulares, en el que no fue condenado por la justicia, pero la congregación de los Sagrados Corazones lo envió a Argentina, Joannon señala que «yo no fui enviado como castigo, no soy una guagua, me sacaron del asedio periodístico».
En relación a su participación en las adopciones, Joannon aseguró que es mentira que «yo buscaba padres para que adoptaran guaguas, o que buscaba padres para que dieran en adopción».
Sin embargo, reconoció que: «Yo sólo cooperé con los padres que se acercaban, porque querían abortar, y les recomendaba médicos y lugares donde podían dar en adopción. Después llegaban familias a bautizar guaguas adoptadas conmigo, pensé que eso era a modo de agradecimiento, pero yo no tomaba decisiones por nadie. Nunca recibí dinero, porque nunca sabía qué familia se quedaba con una guagua».
En relación a la inminente aprobación de la despenalización del aborto en el país, Joannon cuestionó el proyecto y declaró que «voy a tratar de ayudar espiritualmente a alguien que quiera abortar para que no lo haga, porque es un daño irreparable. No conozco a nadie que haya abortado y se haya recuperado. Es muy duro y ahora con el proyecto del Congreso es peor».
PUBLICIDAD
Y concluyó que «no podría tolerar ninguna de las tres causales del proyecto. Por más maravillosas que sean las mujeres, no pueden decidir por otra vida. Yo ayudé a que no murieran niños y ahora se legisla para matarlos».
PUB / DIG