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A 40 años del golpe militar en Argentina, el presidente Barack Obama dijo este jueves «nunca más» a las dictaduras en un histórico homenaje a las víctimas del sangriento régimen que alentó Washington entre 1976 y 1983 en este país y sus vecinos Chile, Uruguay, Bolivia y Brasil.
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Luego de estas palabras Obama y su familia viajaron en avión para pasar unas horas en Bariloche, un paraje turístico al pie de la precordillera andina, adonde también viajó el presidente Mauricio Macri.
De esta forma Obama se alejó más de 1.600 kilómetros de Buenos Aires, donde decenas de miles de personas -la mayoría opositores a Macri- marchaban en conmemoración del 40 aniversario del golpe militar.
Obama instó a «que se cumpla la promesa» del «nunca más», dos palabras que expresó en español y que cerraron el alegato contra las juntas militares del régimen dictatorial en el juicio de 1985, que condenó a prisión perpetua a dos comandantes.
El mandatario rindió homenaje a las víctimas del régimen en el Parque de la Memoria, un predio al borde del Rio de la Plata donde fueron arrojados narcotizados pero vivos miles de opositores. Junto a Macri lanzaron flores blancas al agua.
«Estados Unidos tiene que analizar ese pasado», lanzó Obama con tono ceremonioso en el memorial con muros que exhiben los nombres de unos 9.000 muertos y desaparecidos.
A este acto no asistió ninguno de los organismos de derechos humanos, incómodos con la visita del mandatario en una fecha sensible para el país.
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Obama hizo alusión a la lucha que han dado organismos como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo para que se conociese la verdad del terrorismo de Estado aplicado en esa época a la que atribuyen unos 30.000 desaparecidos, entre ellos 500 bebés, de los cuales han sido hallados 119 hasta ahora.
«A esos familiares, a sus incesantes y constantes acciones que han marcado una diferencia. Ustedes han liderado los increíbles esfuerzos para que se responsabilice a aquellos que perpetraron esos crímenes. Ustedes son los que harán que el pasado se recuerde y se cumpla con la promesa de ‘Nunca Más’,» señaló Obama.
«Sé que existen polémicas sobre las políticas de Estados Unidos en esos días oscuros. Las democracias deben tener el valor de reconocer cuando no se está a la altura de los ideales que defendemos, cuando hemos tardado en defender los derechos humanos; ese fue el caso de Argentina», enfatizó.
Marchas por la Memoria
El 24 de marzo se conoce como el Día de la Memoria en Argentina, y se convocan marchas multitudinarias para decir ‘nunca más’, por lo que la fecha de la visita de Obama había generado polémica.
En un ejercicio por limar asperezas en esta nación de fuertes sentimientos antiestadounidenses, Washington anticipó la desclasificación de archivos militares y de inteligencia que pueden arrojar nueva luz en la búsqueda de desaparecidos.
Obama anunció que a pedido Macri desclasificarán más documentos de la dictadura.
«Fue un gesto positivo» esa orden, dijeron al unísono líderes como Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, y el Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel.
El miércoles Obama afirmó que su país ha hecho «mucha autocrítica». «En los años 70 nuestro enfoque sobre los derechos humanos era tan importante como luchar contra el comunismo», dijo.
«Un nuevo comienzo»
Obama resaltó la nueva era en las relaciones con Argentina, en una cena de Estado en el Centro Cultural Kirchner, en un majestuoso edificio histórico inaugurado el año pasado por la ex mandataria Cristina Kirchner, que incluyó a futbolistas y sindicalistas. Allí ensayó hasta unos pasos de tango.
La última visita de un mandatario estadounidense a Argentina la hizo Bill Clinton en 1997, época en que los militares contaban con la protección de dos leyes de amnistía y el tema de la dictadura figuraba fuera de agenda.
El ex presidente Néstor Kirchner impulsó la anulación de las leyes de amnistía y la reanudación de juicios por delitos de lesa humanidad, lo que llevó a cientos de implicados en este oscuro periodo de la historia argentina ante los tribunales.
La visita oficial de Obama concluye pasada la medianoche del jueves, cuando regrese de Bariloche para volver a Washington.
Concluirá así un viaje a América Latina, cuyo hito histórico fue una parada de tres días en Cuba, con la que estuvo enemistado por más de medio siglo tras la revolución comunista de 1959 y donde abogó por dejar atrás «todo vestigio de la Guerra Fría».
En Buenos Aires celebró las reformas económicas del presidente liberal Mauricio Macri.
«Este es un nuevo comienzo en nuestra relación», brindó Obama con Macri alzando las copas el miércoles.
PUB/CM