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Los diputados del PPD, Daniel Farcas y Loreto Carvajal, junto a su par DC Claudio Arriagada, presentaron un proyecto de ley que facilitará la instalación de rejas o cierres perimetrales en pasajes o villas del país, al establecer una rebaja en el quórum requerido para decidir su concreción.
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La iniciativa plantea reemplazar el actual requerimiento que exige que un 90% de los residentes en el lugar aprueben la idea, fijando el nuevo límite en un 65%.
Además, propone que en caso de que exista un rechazo, éste debe estar avalado por un mínimo del 25% de los vecinos, evitando lo que ocurre actualmente, donde se permite que sola una persona pueda revertir la medida, presentando un reclamo en el municipio.
Tras la presentación, el diputado Farcas, quien además es presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana, comentó que «enfrentar la delincuencia es uno de los problemas más importantes que enfrenta hoy el país. De hecho, más del 90% de la ciudadanía rechaza lo que se está haciendo en esta materia».
«Por lo tanto -añadió-, nos parece importante que las personas que hacen un esfuerzo para poder instalar estos cierres perimetrales en sus pasajes o villas tengan la seguridad de que van a permanecer en el tiempo».
Por su parte, el diputado DC y autor de la medida, Claudio Arriagada, explicó que lo que también buscan con este proyecto es «priorizar la seguridad y resguardar la inversión que hicieron los vecinos que se decidieron a cerrar un pasaje, aumentando el quórum para revertir la medida, situación que nos parece del todo viable apoyar pues el tema de la seguridad en Santiago y en otras ciudades está siendo claramente sobrepasado por la realidad y la gente propone los cierres de pasajes como medida de protección».
El legislador agregó que «muchas veces a personajes ligados al narcotráfico les molesta un pasaje cerrado. De esta forma, si usted recorre barrios de Santiago en la periferia, encuentra los días viernes y sábados circulando vehículos extraños que no son de los sectores, que están vinculados al narcotráfico y esa gente puede enviar a cualquiera a reclamar a la Dirección de Obras o a la Contraloría y anular la medida».
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«Entonces -añadió-, el esfuerzo comunitario de haber juntado dinero, de haber puesto el portón, que no le costó ni un peso al Estado, basta un solo reclamo de una persona extraña al barrio para que ordenen el retiro. Lo que estamos haciendo es aumentar el porcentaje de vecinos que reclamen».
Por su parte, Loreto Carvajal recalcó que “los elementos o las medidas de seguridad que puedan hoy día implementarse son una necesidad urgente, no sólo en la capital sino que también en regiones».
«Como diputada de la Octava Región -dijo- soy testigo de cómo la construcción de viviendas, ya sea en villas o poblaciones va en aumento como una política de vivienda nacional, y más que nunca es necesario escuchar la voluntad de la mayoría de los vecinos cuando se trata de velar por la seguridad del lugar”.
“No es posible que se necesiten quórums tan altos para cerrar pasajes o que a veces por la voluntad de una sola persona se deba quitar una reja, exponiendo a los vecinos e impidiendo que los niños jueguen tranquilos y seguros en el pasaje”, finalizó la diputada.
PUB/NL