El sargento segundo Hernán Cáceres, dotación de la Gobernación Marítima de Antofagasta, en una arriesgada maniobra se lanzó al agua para rescatar a un padre y su hija que se encontraban en peligro de inmersión por el fuerte oleaje y los roqueríos, en un sector cercano a Playa Trocadero.
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El operativo fue llevado a cabo entre la Autoridad Marítima de Antofagasta y la Cuarta Compañía de Bomberos, luego de que el número de Emergencias Marítimas 137 recibiera un llamado donde se informaba la existencia de dos personas en peligro de inmersión.
Una vez conocida la emergencia, la Autoridad Marítima de Antofagasta ordenó el despliegue inmediato de medios marítimos y terrestres pertenecientes a la Capitanía de Puerto de la ciudad, quienes en coordinación con la Cuarta Compañía de Bomberos trabajarían en el rescate.
Una vez en el lugar, personal de la Capitanía de Puerto constató que un padre y su hija cayeron al mar, cuando se encontraban pescando en los roqueríos del sector, siendo arrastrados por la fuerte corriente que evitó su salida del agua.
Luego de divisar a las víctimas desde la costa, y en un acto de incalculable valor, el sargento Cáceres se arrojó al mar con el propósito de asistir a los afectados, alejándolos de la corriente y manteniéndolos a flote hasta que arribó al lugar la Patrullera Marítima.
Minutos después, el padre y su hija fueron embarcados en la unidad naval, en la que fueron trasladados hasta el puerto de la ciudad, donde recibieron asistencia médica, siendo derivados finalmente al Hospital Dr. Leonardo Guzmán por una ambulancia del SAMU.
El sargento Cáceres destacó que en ningún momento tuvo dudas, respondiendo a su responsabilidad como marino: “Al llegar al lugar habían dos personas en el mar, y quienes estaban en los roqueríos no podían socorrer a las víctimas, debido al fuerte oleaje y el peligro que esto revestía. Sin dudarlo dos veces y con la convicción de salvaguardar la vida humana en el mar, me saqué los zapatos y me lancé al agua”.
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Asimismo agregó: “Cuando terminó el rescate, recién me di cuenta de lo que había sucedido. Agradezco a Dios que me diera la fortaleza para haberlo realizado. En el momento no medí consecuencias ni riesgos, sólo la preocupación por ayudar al prójimo. Me quedo con la satisfacción del deber cumplido y con el orgullo de ser marino”.
El esfuerzo mancomunado entre la Autoridad Marítima y Bomberos, permitió rescatar a ambas personas, a pesar de las malas condiciones de mar existentes en la Bahía de Antofagasta.
PUB/CM