En nuestro país, todas las mujeres que trabajan, tienen derecho a un descanso de maternidad de seis semanas antes del parto y doce semanas después de él, el cual no puede ser renunciado por la trabajadora, quedando prohibido su desempeño laboral durante dichos períodos. Pero, ¿quién se encarga del trabajo que realiza la futura madre durante estos meses de ausencia?
Este es sólo un ejemplo de las variadas eventualidades que pueden surgir al interior de una compañía y que requieren de la contratación de un trabajador por un tiempo determinado. La solución de la mayoría de las organizaciones es generar contratos a plazo fijo, puesto que, en el caso de la maternidad, «no sólo implica el reemplazo de la persona titular, sino que además, la empresa debe mantener el número total de colaboradores, sin exceder su planilla de contratos”, explica Marcelo Matamala, consultor de la división Page Interim de la empresa reclutadora PageGroup.
Actualmente, los candidatos que están interesados en este tipo de contrataciones, son principalmente aquellos que visualizan esta modalidad de contrato, como una “oportunidad de reinsertarse en el mercado por un periodo definido que les permita seguir desarrollando otras actividades manteniéndose activos dentro del mercado laboral”, argumenta Matamala.
No obstante, agrega el consultor de Page Interim, la principal desventaja que tiene una posición temporal, es que pueden existir ciertos beneficios de la compañía que no son compartidos a sus colaboradores externos, como por ejemplo el seguro complementario de salud o el bono de vacaciones.
Por otro lado, las principales ventajas que presenta esta modalidad de subcontratación, a juicio de Matamala, son:
– No aumenta la planilla de contratación
– Brinda flexibilidad laboral a la empresa
– Controla el riesgo laboral de la organización
– Rapidez en la puesta en marcha
Por otra parte, “una posible desventaja para este tipo de contratación, es la capacidad que la propia organización posee para integrar al externo en su forma de ver y hacer las cosas, -explica el consultor de Page Interim- lo que se denomina cultura organizacional”.