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En sus 40 años de vida, Apple se convirtió en una marca de culto que definió varios aspectos de la vida moderna, entre ellos la relación de las personas con sus ordenadores, sus teléfonos y la forma de escuchar música.
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«Apple definió el modo de la vida moderna vinculada a internet», asegura Tim Bajarin, presidente de la empresa de análisis Creative Strategies. «Si bien Intel fue esencial para los semiconductores e IBM para la PC, Apple fue quien tuvo la mayor influencia sobre el más amplio abanico de aparatos electrónicos para todo público».
Al igual que muchas leyendas de Silicon Valley, la de Apple comienza en un garaje en la ciudad californiana de Cupertino. En ese sitio nace luego la empresa de manera oficial, el 1 de abril de 1976.
Y como muchas otras marcas del sector tecnológico, sus fundadores, el fallecido Steve Jobs, genio del marketing, y Steve Wozniak, inventor del ordenador Apple, abandonaron sus estudios universitarios antes de haber sido diplomados para dedicarse a transformar el uso de las tecnologías informáticas.
Ecosistema
Mucho antes de las pantallas táctiles y las aplicaciones móviles de iPhone e iPad, la primera revolución de Apple se remonta a 1984 cuando inventó el ordenador Macintosh, llevando la informática al alcance de las personas.
El «Mac» integra un accesorio hasta ese momento desconocido: el ratón. Con este instrumento se controla el ordenador. Solo basta con hacer click sobre los íconos en la pantalla. El instrumento es mucho más simple que los comandos de las computadoras de esa época que usaban un lenguaje casi incomprensible para quienes no eran programadores informáticos.
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«Con el Mac, Apple ha influenciado mucho el mercado, introduciendo el ratón y la interfaz gráfica para el usuario», destacó Bajarin.
A esta innovadora creación le siguió el reproductor portátil iPod en 2001, que asociada a la línea iTunes juega un rol principal en el giro digital del mercado de la música. Luego salió iPhone en 2007, que contribuyó ampliamente en hacer del smartphone el aparato electrónico de base para el público en general, tal como lo es hoy en día. Y el iPad en 2010, que da inicio al boom del mercado de las tabletas.
La marca de la manzana no inventó ni el reproductor portátil, ni el smartphone, ni la tableta, y ni siquiera el reloj conectado, última categoría de productos en la que se lanzó el año pasado con su Apple Watch. Pero al poner su atención en la estética, la facilidad del uso y la funcionalidad de sus productos, el grupo creó una importante comunidad de fans que se han convertido en verdaderos fieles. Una vez conquistados, difícilmente los usuarios de Apple se alejen de ese ecosistema tan cerrado.
Frank Gillett, un analista del gabinete Forrester, evoca «la atención obsesiva de Apple en los detalles» y sus «productos del alta gama, que para algunos son un símbolo de prestigio».
«Los aparatos de Apple no solo funcionan bien, inspiran elegancia», dice a la AFP. «La marca Apple inspira pasiones», añade, y recuerda la época en la que la lealtad a Mac o a la PC podía provocar disputas en los cafés de San Francisco.
Altibajos
Pese a que Google intentó brevemente destronarlo este año, el grupo Apple sigue siendo la empresa con el valor bursátil más elevado del mundo.
Pero el camino para llegar a eso no fue fácil. Hubo fracasos como el ordenador Lisa, anterior a la Mac, o la agenda personal Newton.
Además, la empresa atravesó una crisis interna que en 1985 provocó la expulsión de Steve Jobs, quien más tarde fue recontratado para salvar a un grupo que según algunos se encontraba al borde de la quiebra.
Y ahora parece que se viene el fin de una época dado que por primera vez existe incertidumbre por el esperado retroceso este año de las ventas de iPhone, principal motor de crecimiento del grupo.
Muchos analistas dicen no obstante que Apple no muere sino que evoluciona: está pasando de ser un fabricante de aparatos estrella a una firma centrada en los servicios (como la venta de aplicaciones, de música en línea y sistemas de pago) capaces de continuar llevándole importantes y regulares ingresos a la marca.
Apple «es un extraordinario relato de reinvención», comenta Frank Gillett, quien se pregunta si el reciente enfrentamiento con el FBI sobre el acceso al contenido del iPhone de uno de los autores de un atentado en California entrará en la lista de los acontecimientos que marcan la historia del grupo.
La tregua anunciada por las autoridades esta semana, luego de que Apple se negara a hackear el teléfono del atacante, solamente corre la arruga de una batalla judicial inevitable sobre la encriptación y la protección de los datos privados.
PUB/VJ