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Que jóvenes ricos presuman sus lujos en Instagram está sirviendo para algo más que causar burlas o envidias.
Las imágenes que los llamados «Niños ricos de Instagram» han empezado a convertirse en pruebas judiciales en los distintos casos en que sus padres resultan implicados.
De acuerdo con el diario británico “The Guardian”, las principales firmas de ciberseguridad usan hasta un 75% de la evidencia que recogen en estos medio durante casos de litigio.
Sin darse cuenta estos jóvenes revelan activos ocultos o relaciones comerciales encubiertas de sus padres.
Oisin Fouere, director general de Inteligencia K2 en Londres, contó al diario que en alguna ocasión una persona investigada negó tener pertenecias de valor y gracias a la cuenta de Instagram de su hijo las autoridades localizaron un yate valorado en 25 millones de dólares.
De acuerdo con la policía británica, la mayoría de la gente rica perseguida por fraude no tiene cuentas en Instagram u otra red social, pero sí sus hijos, empleados o asociados, que además suelen ser bastante activos.