Luego de un año y tres meses de tramitación, el Senado aprobó, por 23 votos a favor y 15 en contra, el informe de la comisión mixta que resolvió las diferencias entre diputados y senadores en torno al proyecto de reforma laboral.
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El proyecto, que fue despachado del Congreso, moderniza el sistema de relaciones laborales, introduciendo modificaciones al Código del Trabajo.
La ministra del Trabajo Ximena Rincón señaló que «es la mejor expresión de gobernabilidad que podemos dar, pues hemos logrado no solo el apoyo de la Nueva Mayoría».
«Hemos terminado el trámite legislativo con un amplio respaldo», agregó Rincón, quien también valoró la aprobación.
La iniciativa de reforma fue zanjada en la comisión mixta, luego de resolver las discrepancias entre la Cámara de Diputados y el Senado respecto de los diferentes puntos en disputa, entre ellos lo referido a negociación interempresa, tema en que se aprobó su obligatoriedad para las grandes y medianas empresas y voluntaria para las pequeñas y microempresas.
En materia de subcontratación, se estableció la prohibición de que la empresa principal pueda contratar a trabajadores de una firma contratista o subcontratista si estos se van a huelga.
Sobre el punto referido a la llamada huelga pacífica, la instancia acordó circunscribir como práctica desleal impedir el acceso al lugar de trabajo, y se ratificó el derecho de los sindicatos a la información.
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Por su parte, el senador del PS, Juan Pablo Letelier, aseguró que este proyecto es «un avance histórico para el país. Más de 25 años para recuperar un principio de titularidad sindical, muchísimos años para devolverle el derecho a los trabajadores chilenos».
Pese a todo, los parlamentarios de la oposición reiteraron que recurrirán al Tribunal Constitucional, con el argumento de que el cuerpo legal establece monopolios sindicales «al restringirse a los trabajadores sindicalizados la posibilidad de negociar remuneraciones y acceder a beneficios».