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El primer ministro británico, David Cameron, bajo presión desde las revelaciones de los llamados «Panama Papers», admitió este jueves que tuvo acciones en el fondo offshore de su padre.
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Cuatro días después de las revelaciones sacadas a la luz por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (Icij), Cameron admitió en una entrevista con la cadena de televisión ITV que tuvo, hace seis años, acciones en el fondo fiduciario de su padre registrado en las Bahamas.
Señaló que vendió sus acciones en enero de 2010 por 30.000 libras esterlinas (37.000 euros o 42.000 dólares), unos meses antes de asumir como primer ministro y que no hizo «nada ilegal».
Pero, según reconoció, vive «días difíciles» desde que el domingo por la noche se publicaran detalles sobre Blairmore Holding, un fondo basado en las Bahamas dirigido por su padre, Ian Cameron, fallecido en 2010.
Los beneficios de este fondo de inversión, cuya existencia ya fue revelada en 2012 por The Guardian, escaparon al fisco británico durante 30 años gracias a un complicado montaje creado por la firma de abogados panameña Mossack Fonseca, de acuerdo con las revelaciones de los «Panama Papers».
Miembros de la oposición laborista pidieron inmediatamente su renuncia. «Echen a ese hipócrita», escribió en Twitter el diputado laborista John Mann. «Cameron no ha sido honesto. Debería renunciar de inmediato», agregó.
«No creo que el pueblo británico le perdone. Denunció a otras figuras públicas cuando él se aprovechó de los mismos arreglos», dijo el vicepresidente del Partido Laborista británico, Tom Watson, en Sky News.
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«Parece que David Cameron está perdiendo por completo la confianza del pueblo», estimó por su parte Angus Robertson, líder del Partido Nacional Escocés (SNP) en el Parlamento de Westminster.
Esta crisis política ocurre en momentos en que el primer ministro británico se enfrenta ya a la amenaza de una eventual salida del Reino Unido de la Unión Europea, conocida como «Brexit».
Fragilizado dentro de su propio partido por el ala euroescéptica de los conservadores, logra a duras penas – según los sondeos – convencer a los británicos que voten el 23 de junio a favor de la permanencia de su país en la UE.
– «Nada que esconder» –
Como hace cuatro años tras las revelaciones de The Guardian, Downing Street explicó primero que este era un tema «privado» del primer ministro. Y el martes, el propio Cameron aseguró que no tiene «ninguna participación en un fondo offshore».
Pero dos días después terminó por admitir que, si bien efectivamente no tiene ninguna acción, sí tuvo en el pasado, junto a su esposa Samantha, acciones en el fondo offshore de su padre.
El primer ministro británico señaló sin embargo que pagó impuestos en el Reino Unido sobre los dividendos y que no hizo nada ilegal.
«Honestamente, no tengo nada que esconder. Estoy orgulloso de mi padre y de lo que logró, de la empresa que construyó», recalcó.
Según The Guardian, miembro del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación en posesión de los «Panama Papers», el fondo de Ian Cameron empleaba a unas cincuenta personas basadas en las Bahamas, que firmaban papeles y actuaban como tesoreros y secretarios, un arreglo que no es ilegal.
«Creo que muchas de las críticas se basan en una interpretación errónea de que Blairmore Investment fue creado para evadir impuestos. Es falso», se defendió el primer ministro.
PUB/IAM