Los socorristas aceleraban este lunes la titánica búsqueda de supervivientes tras el poderoso terremoto que golpeó Ecuador, que según un último balance, dejó 272 muertos, más de 2.000 heridos y una estela de destrozos en la costa del país.
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Horas de búsqueda entre bloques de cemento y hierro retorcido dan resultados. En la madrugada de este lunes, un grupo del cuerpo de Bomberos de Quito, que se trasladó a Manabí (provincia en la costa oeste) para colaborar en la búsqueda de supervivientes y halló a tres. «Tras varias horas de intenso trabajo, 3 personas rescatadas con vida de entre los escombros en Tarqui», apuntaron los bomberos en su cuenta de Twitter. El mensaje estaba acompañado de fotografías en las que aparecen los uniformados sacando a un hombre y dos mujeres de entre los escombros.
Desde la capital ecuatoriana y otras ciudades del país han salido camiones cargados de ropa, útiles de aseo, medicinas y alimentos para las víctimas. Asimismo, se ha movilizado maquinaria que servirá para retirar los restos de edificios y casas que se derrumbaron.
Los supervivientes también buscan desesperados a sus familiares desaparecidos, más de 30 horas después del seísmo de magnitud 7, 8 -el más fuerte en Ecuador desde 1979-, que tuvo una duración de aproximadamente un minuto y afectó sobre todo a seis provincias de la costa ecuatoriana, de sur a norte.
La ayuda internacional ha llegado al país para colaborar en las tareas de rescate, que continúan pese a la falta de luz eléctrica en algunas zonas de la provincia de Manabí, la más golpeada por el desastre.
En el puerto de Manta, un popular balneario de esa provincia, Verónica Paladines escarbaba entre los escombros del hotel donde trabajaba su esposo. «Hacía (trabajos de) pintura, se fue a descansar aquí abajo cuando pasó eso», relata a la AFP esta mujer de 24 años, antes de deshacerse en lágrimas al hablar de su marido.
Por todas partes se ven inmuebles fisurados, casas destripadas.
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El terremoto que sacudió en la noche del sábado Ecuador deja «272 fallecidos, (pero) seguramente el número (de fallecidos) aumentará y probablemente en forma considerable», advirtió en la noche del domingo el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien regresó ese día a Ecuador tras una visita de más de una semana a Estados Unidos y El Vaticano.
Las autoridades calculan que el terremoto de 7, 8 grados, que también se sintió en Colombia y Perú, dejó al menos 2.068 heridos.
El ministro de Relaciones Exteriores ecuatoriano, Guillaume Long, detalló este lunes en Twitter que han llegado socorristas y expertos de Venezuela, Colombia, Perú, México, Cuba, Bolivia, Chile, Suiza y España. «Mañana trabajaremos cooperación para post-rescate», agregó Long en la misma red social.
En Pedernales, una de las ciudades más afectadas, con playas en el Pacífico y fuerte actividad turística, las calles daban la sensación de estar en una zona de guerra, con casas reducidas a escombros, hoteles derruidos y postes de luz sobre el asfalto.
«Hay fondos contingentes que ya se han activado: 300 millones de dólares para emergencias, 150 millones para reconstrucción porque después de esto viene la reconstrucción», dijo a la AFP, el vicepresidente Jorge Glas. «Aquí, en Pedernales, se han rescatado sobrevivientes entre los escombros y no perdemos la esperanza. No se descarta» la posibilidad de encontrar más personas con vida, añadió.
– Las réplicas continúan –
Los supervivientes temen nuevas réplicas. En su último informe, el Instituto Geofísico (IG) señaló que «el número de réplicas tiende a disminuir aunque todavía no se puede descartar que se presenten sismos con magnitudes mayores a 5, 0».
Hasta el momento, el IG ha registrado 230 réplicas cuya magnitud va de 3, 5 a 6, 1 grados. «La tasa de generación de réplicas disminuye con el paso de tiempo. Esto significa que la amenaza asociada con ellas también disminuye paulatinamente», apuntó el Geofísico.
Los últimos registros divulgados por el instituto en su cuenta de Twitter dan cuenta de movimientos de entre 3, 1 y 4, 8 grados en la costa de Manabí.
«Se espera que el tiempo de ocurrencia de réplicas dure por algunos días y semanas», agregó el IG en su parte.
A pesar de la destrucción en muchos lugares, la infraestructura petrolera «estratégica» de Ecuador no presenta daños que comprometan su funcionamiento, aseguró el ministro coordinador de Sectores Estratégicos, Rafael Poveda.
PUB/IAM