PUBLICIDAD
0 of 3
El presidente estadounidense Barack Obama llegó el miércoles a Arabia Saudí para una visita de dos días en medio de la controversia por su rechazo a un proyecto de ley que busca permitir que las víctimas de los ataques del 11S puedan demandar al gobierno de Arabia Saudí por esos atentados terroristas.
Obama participará el jueves en una cumbre con los dirigentes de las seis monarquías del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos, Kuwait, Omán y Catar), centrada en la lucha contra el yihadismo, los conflictos regionales y las tensiones interconfensionales.
El propio Obama justificó su oposición a ese proyecto, en una entrevista con la cadena CBS divulgada ayer, en el hecho de que no se trata únicamente de un asunto «bilateral» con Arabia Saudí, sino de las «interacciones» de EEUU con el resto de países.
«Si abrimos la posibilidad de que individuos y Estados Unidos puedan empezar a demandar de forma rutinaria a otros gobiernos, entonces estamos también facilitando que Estados Unidos sea demandado continuamente por individuos de otros países», advirtió Obama.
El proyecto legislativo en cuestión, denominado Ley de Justicia contra los Patrocinadores del Terrorismo, permitiría a las familias de las víctimas del 11S y de otros atentados demandar a naciones sospechosas de haber respaldado esos ataques.
PUBLICIDAD
En el caso de las víctimas del 11S, familiares y varios congresistas, entre ellos la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, están presionando al gobierno a desclasificar un informe de 28 páginas que aparentemente contiene información que vincula a Arabia Saudí con esos ataques terroristas.
En los atentados del 11 de septiembre de 2001 murieron casi 3.000 personas y 15 de los 19 terroristas implicados eran de origen saudí.
El gobierno de Arabia Saudí ha amenazado con adoptar represalias económicas si el país enfrenta alguna demanda por apoyo al terrorismo como resultado del proyecto de ley que se está debatiendo en el Congreso estadounidense y que Obama ha prometido vetar.
PUB/IAM