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El arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezatti, presidió la misa fúnebre del ex Presidente Patricio Aylwin, realizada este viernes en la Catedral Metropolitana, actividad que forma parte de las ceremonias consideradas en los tres días de duelo nacional por el ex Mandatario.
En su homilía, el sacerdote dedicó una serie de palabras para resaltar la labor y el valor de Patricio Aylwin en el país, como persona, Presidente y como católico.
«Ha muerto un hombre honesto», partió diciendo Ezzati, quien en varias oportunidades relevó la figura del ex Presidente y las muestras de cariño transversal que se han registrado los últimos días.
«El sensible deceso ha dado ocasión a una manifestación transversal de respeto y cariño como pocas veces se ha visto en la historia», dijo.
«Ha dado también la ocasión para poner de relieve virtudes de un hombre de fé sobre el sentido de su vida y su vocación política», agregó.
Ezzati destacó también la forma en que dedicó parte de su vida a recuperar la democracia, gracias a lo que consideró como «su liderazgo providencial».
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«don Patricio ha sido un político excepcional reconocido dentro y fuera del país, tanto por sus partidarios como por sus detractores».
El arzobispo de Santiago destacó además al decisivo rol como Presidente de la República: “Don Patricio ejerció la Presidencia de la República con espíritu de servidor, procurando reunir a un pueblo que optaba por vivir en democracia. La ejerció desde sus primeras palabras en el Estadio Nacional cuando este hombre, habitualmente sereno, alzó la voz para afirmar que sería presidente de todos los chilenos, de civiles y también de uniformados porque “¡Chile es uno solo!” Y así fue”.
Finalmente se refirió a la familia del ex presidente: “Usted cumplió su misión junto a la señora Leonor y a su querida familia, hijos e hijas, hoy nietos y bisnietos, convencido como estaba de que un político no puede arriesgar a su familia a cambio de su dedicación a la cosa pública. Y así han permanecido unidos, y muy unidos hasta estos días, dando un hermoso testimonio de amor conyugal y familiar durante más de 67 años de vida matrimonial”.
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