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La canciller alemana, Angela Merkel, y varios altos cargos de la UE visitan hoy el sur de Turquía para conocer sobre el terreno cómo marcha el acuerdo para deportar a refugiados desde Europa a suelo turco.
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La visita se realiza en el marco del reciente pacto entre Bruselas y Ankara por el que la UE destina 6.000 millones de euros para que Turquía atienda en su territorio a refugiados sirios y reciba a los inmigrantes que sean deportados desde Grecia.
Está previsto que Merkel, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk; y el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, lleguen sobre las 13.30 GMT al aeropuerto de la provincia de Gaziantep, donde serán recibidos por el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.
La comitiva visitará un centro de acogida temporal de sirios en Nizip, a 30 kilómetros de Gaziantep, que acoge dos campamentos para sirios.
Uno está compuesto por 1.858 tiendas de campaña, donde residen 10.400 personas, y otro formado por 938 casas prefabricadas, con 4.800 residentes.
A las 14.15 GMT, las autoridades cortarán una cinta simbólica para inaugurar un centro destinado a familias y niños en la ciudad de Gaziantep, que ha sido financiado por fondos europeos, y a las 17.00 GMT darán una rueda de prensa en el centro de congresos.
Se ha descartado una visita de Merkel a la vecina provincia de Kilis, donde el número de refugiados sirios ya equivale al de nativos, anunciado por las autoridades locales hace semanas.
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Kilis, a 20 kilómetros al sur de Gaziantep y a 5 de la frontera siria, es frecuente blanco de proyectiles de artillería disparados desde Siria, presumiblemente por el grupo terrorista Estado Islámico (EI), que ya han causado 15 muertos, los últimos tres ayer mismo.
Nizip se halla a 25 kilómetros de la frontera, por lo que la comitiva no tendrá que temer el impacto de esos morteros «katiusha», cuyo alcance es de unos 20 kilómetros.
La visita se produce cuando entre Ankara y Berlín reina la tensión por la denuncia del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al humorista alemán Jan Böhmermann por un poema satírico, que parece haber motivado que Turquía negara el martes la entrada a un reportero de la emisora pública alemana ARD.
Por otra parte, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional ha pedido a Merkel, Tusk y Timmermans que exijan a Turquía que aplique con seriedad las leyes de asilo.
«Lo que Merkel debe traerse de Turquía no son fotos con sonrisa sino una garantía férrea de que las autoridades turcas dejarán de deportar a los refugiados a sus países de origen», reclamó AI.
PUB/IAM