Al escuchar las cifras entregadas la semana pasada por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, que situó el desempleo en la Región Metropolitana en un 9,4% en marzo de este año, un 2,6% mayor al que teníamos el mismo mes del año pasado, no puedo sino impactarme por esos resultados. Nos informaban también que habían disminuido principalmente los empleos dependientes perdiendo un número importante de empleos en la región.
Mi preocupación hoy es cómo podemos avanzar hacia sociedades más inclusivas teniendo en cuenta que ya tenemos un desempleo cercano al 71% de las personas con discapacidad en edad laboral ¿Qué pasará con aquellas que están hoy empleadas? ¿Serán las primeras en ser desvinculadas?
He trabajado por más de 30 años en abrir oportunidades laborales para las personas con discapacidad. Ha sido una tarea importante reducir los prejuicios que aún se mantienen en un colectivo importante de empresarios. Prejuicios que sin duda no existen por mala voluntad sino exclusivamente por desconocimiento. Nos asusta lo que desconocemos. Si uno no ha tenido la oportunidad de compartir con personas con discapacidad es muy probable que sienta que ellos necesitan lugares muy protegidos, que no pueden trabajar igual que el resto de los trabajadores, que las ausencias serán mucho mayores y que la calidad de su trabajo tampoco será óptimo, así como también que sufrirán accidentes de trabajo con mayor frecuencia.
Todo lo anterior lo he escuchado muchas veces al buscar oportunidades laborales para las personas con discapacidad. Qué lejos estamos de la realidad con estos comentarios.
Lo cierto es que cuando efectivamente realizamos un proceso de inclusión en forma profesional, donde la persona con discapacidad ingresa a la empresa por las competencias que tiene para desarrollar un determinado trabajo y no tan sólo porque el «pobrecito tiene una discapacidad», la realidad es muy diferente. Lo vivimos a diario, el trabajador con discapacidad es uno más de la empresa, bien calificado y bien valorado.
En momentos de crisis, podemos ser agentes de cambio y hacer la diferencia. ¿Te interesa participar? Te esperamos en Fundación Tacal. No sólo te darás cuenta que los prejuicios desaparecen rápidamente, sino que estarás acompañado en el proceso. Tú y tus trabajadores serán actores del cambio que requiere el país. ¡Estamos convencidos que no te arrepentirás!
PUBLICIDAD
*Fundación Tacal imparte cursos gratuitos para personas mayores de 18 años con discapacidad. www.fundaciontacal.cl; F.: 227351969 – 227370118; Adolfo Ibáñez 469, Independencia.
Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro