Ante el fallo del Tribunal Constitucional (TC) que declaró inconstitucional la titularidad sindical, varias fueron las reacciones que salieron a criticar o en defensa de la determinación del organismo, cuyo texto completo se dará a conocer el próximo 9 de mayo. Cabe recordar que el Gobierno no descartó aplicar el veto presidencial.
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El secretario general de la CUT, Arturo Martínez, criticó el fallo: “Este es un triunfo de los empresarios, y me llama la atención la alegría que tenían Allamand y Larraín, porque ganaron los empresarios y perdieron los trabajadores”.
Martínez también cuestionó que al TC lo compongan “personas que nadie elige, que enmiendan a parlamentarios que tienen votación popular”.
“¿Cómo 10 personas son capaces de cambiarle toda una discusión de un año y medio a una cantidad de parlamentarios, diputados y senadores, que son elegidos?”, se preguntó molesto.
Por su parte, los senadores Hernán Larraín (UDI) y Andrés Allamand (RN), junto a los diputados Patricio Melero (UDI) y Nicolás Monckeberg (RN), calificaron la decisión del Tribunal Constitucional como «un gran triunfo para los trabajadores chilenos».
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El presidente de la UDI, Hernán Larraín, dijo que «gracias a este fallo, los trabajadores no afiliados no van a estar obligados a afiliarse. Es una gran derrota de la idea de monopolio sindical y al mismo tiempo de esta idea de convertir a la empresa en un campo de batalla».
Aseguró, además, que «creemos que es algo extraordinariamente positivo que obliga al Gobierno a repensar su forma de trabajar los temas laborales. El Gobierno se ha equivocado medio a medio y además ha causado un enorme daño al empleo que ya está sintiendo sus primeras señales».
El senador Andrés Allamand, en tanto, señaló que estuvieron un año «intentando hacerle ver al gobierno que pretender establecer un monopolio sindical y obligar a los trabajadores a afiliarse a un sindicato para obtener la extensión de beneficio era injusto e inconstitucional y hoy este fallo confirma que nuestros argumentos jurídicos eran absolutamente sólidos».
«Si uno comparece frente a un tribunal es porque lo respeta y no se puede, una vez que el tribunal no le da la razón pretender desconocerlo, que es lo que hace siempre la CUT, el Partido Comunista y muchas veces la Nueva Mayoría», añadió.
En tanto, la presidenta de la Democracia Cristiana, senadora Carolina Goic, calificó como un retroceso el fallo del TC: «Quiero lamentar lo que ha sucedido, porque me parece que hay un retroceso respecto de lo que habíamos avanzado en la aprobación de la ley».
«Hacemos un llamado al gobierno, y lo conversaremos en el comité políticos, para ver cuáles son las alternativas que existen dentro de nuestro ordenamiento jurídico para tratar de fortalecer la capacidad de negociación colectiva de los trabajadores organizados de nuestro país, que es el sentido de este proyecto», añadió.
También lamentó «la vía que se ha utilizado por parte de la derecha para evitar que podamos fortalecer la capacidad de negociación y la mejor negociación colectiva de los sindicatos en nuestro país».
En esa misma línea, el diputado del PPD y miembro de la comisión de Trabajo, Tucapel Jiménez, señaló que «lo ocurrido en el día de hoy es sumamente grave. Aquí lo que está primando es un criterio político, no técnico, porque no es posible que el trabajo de un año y cuatro meses sea desechado por seis personas que no conocen en profundidad el tema laboral ni han seguido de cerca la discusión de esta reforma».
«Con esta resolución se está afectando al corazón de la reforma laboral, y se están contraviniendo los principios de la OIT, que son los expertos en asuntos laborales a nivel mundial, sobre el derecho de negociación colectiva. Al perderse la titularidad, se van a validar los grupos negociadores, que la OIT prohíbe habiendo sindicatos», agregó.
Más allá de las críticas llegó el presidente del Partido Radical, Ernesto Velasco, quien señaló que la decisión del TC «hace evidente la necesidad imperiosa de modificar la actual Constitución y los poderes que tiene este órgano, que lo están transformando en un supraparlamento».
«No puede ser que un grupo de señores que no son parlamentarios tengan potestad de tomar decisiones que tengan la misma fuerza que el Congreso, que es el lugar donde el pueblo ha escogido a sus representantes para tomar decisiones. El TC no está para colegislar», afirmó.