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No comer a las horas que corresponde puede ser fatal para nuestro organismo, puesto que afectada directamente el funcionamiento del metabolismo, haciéndolo más lento, provocando subidas de peso, además de un incremento de la ansiedad en las personas, las que comen rápido y en grandes cantidades.
Un sin fin de consecuencias donde la más grave es la posibilidad real de desarrollar una diabetes tipo 2. Sin ir más lejos, estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre los hábitos de alimentación en Chile, mostraron que el 30% de los trabajadores no almuerza regularmente, ya sea por falta de tiempo, dinero/ahorro o bien, porque no dispone de un lugar para hacerlo.
Por otra parte, según la OIT, el 39% de los trabajadores no recibe ningún beneficio de alimentación y el 22%, tampoco dispone de un lugar para comer.
Bajo este escenario Philippe Blecon, director general de Edenred Chile, empresa que crea soluciones que facilitan la gestión de las organizaciones y mejoran la calidad de vida de las personas, sostiene que «generar una conciencia en la buena salud de los trabajadores a través de una política formal de alimentación, es vital».
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En esa línea, el experto asegura que «un proyecto que incentive el acceso a la alimentación beneficiará a todos, tanto a los trabajadores como a las empresas».
«Es una realidad que preocupa pero estamos a tiempo y hay muchas cosas que se pueden hacer, partiendo por educar y concientizar a la población respecto de la buena alimentación y los beneficios que esta conlleva», concluye el ejecutivo.
DP/PCP