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Un periodista de la BBC fue expulsado de Corea del Norte tras haber sido interrogado durante ocho horas por un reportaje previo al congreso del partido único en el poder, informó este lunes el medio británico.
Los reporteros extranjeros acreditados para coberturas de acontecimientos en el hermético país comunista asiático están sometidos a drásticas limitaciones de libertad de movimiento.
Muchos se vieron imposibilitados de regresar al país, por reportajes que el régimen juzgó «inexactos» o «irrespetuosos». Pero la detención y la expulsión son medidas muy raramente aplicadas.
El periodista de la BBC, Rupert Wingfield-Hayes, se aprestaba a dejar Pyongyang el viernes pasado, junto a dos colaboradores, cuando fue detenido antes de subir al avión, refirió la cadena de ratiotelevisión británica.
Fue interrogado durante ocho horas, aparentemente a causa de un reportaje que cuestionaba la autenticidad de las instalaciones de un hospital donde su equipo había llevado a cabo un reportaje.
«Fue trasladado a un hotel e interrogado por la oficina de seguridad en Pyongang, y fue liberado después de firmar una declaración», el sábado por la mañana, precisó John Sudworth, otro periodista de la BBC que cubrió el primer congreso en casi cuatro décadas del Partido de los Trabajadores de Corea (PTC).
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Sudworth afirmó que la BBC había preferido inicialmente tratar el caso con discreción hasta la partida de Wingfield-Hayes y de los dos otros miembros de su equipo, que se habían negado a salir del país sin su colega.
La noticia del anuncio fue difundida el lunes por la mañana por un organismo oficial norcoreano, la Comisión Nacional por la Paz.
Esa Comisión organizó una conferencia de prensa en la que acusó al periodista de la BBC de haber «atacado al sistema de la República Popular Democrática de Corea» y practicado «un periodismo no objetivo», infirmó la agencia china Xinhua, que tiene oficinas en Pyongyang.
El equipo de la BBC fue trasladado el lune al aeropuerto. Había llegado a Pyongyang varios días antes del inicio del congreso del PTC, acompañando a una delegación de tres premios Nobel.
«Están muy sacudidos» por la confrontación con las autoridades norcoreanas, indicó Sudworth.
Los interrogadores «pusieron bajo presión» a Wingfield-Hayes y le hicieron saber que consideraban su reportaje como un tema «muy, muy grave», agregó.
PUB/IAM