AFP
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Una inquietante escultura de Maurizio Cattelan que representa al líder nazi Adolfo Hitler rezando fue rematada ayer en 17,18 millones de dólares en Nueva York, un récord mundial para este artista italiano de 55 años.
La estatua, de cera y resina, realizada en 2001 y sobriamente titulada «Él», estaba valorada entre 10 y 15 millones de dólares.
De espaldas, se diría que se está ante la silueta de un niño arrodillado. Al recorrer su contorno, se descubre un rostro de intensa mirada y pequeño bigote, inmediatamente identificable: el de Hitler.
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El autor de la obra de arte, conocido por su sentido de la provocación, contó que quiso «destruirla» y que «mil veces» cambió de parecer.
El récord precedente para una obra de Cattelan era de 7,9 millones de dólares, por un trabajo sin firma que lo representaba emergiendo de la tierra, rematada en mayo de 2010. El precio obtenido este domingo, impuestos incluidos, más que duplica esa cifra.
La estatua de Hitler, que había sido expuesta durante una retrospectiva de la obra de Cattelan en el museo Guggenheim de Nueva York en 2012, fue la pieza estrella de una velada temática titulada «Bound to fail» («Destinado al fracaso»), que reunía a 39 obras de arte moderno y contemporáneo que exploraban el tema del fracaso comercial, asociado a la toma de riesgos para extender las fronteras del arte.
Fue una venta difícil, un desafío, reconoció tras el remate Loic Gouzer, vicepresidente de la sección «Posguerra y arte contemporáneo» de Christie’s, la casa de subastas que montó estas ventas temáticas organizadas el primer día de los remates primaverales de arte de Nueva York.
Sin embargo, «todo transcurrió bien», agregó, y estimó que ello demostraba la fortaleza del mercado del arte.
«Los artistas no han casi nunca tratado el tema Hitler», al contrario que el cine, explicó Gouzer antes del remate. La estatua de Cattelan, «extremadamente potente, extremadamente desconcertante», habría sido incluso difícil de vender años atrás, afirmó.