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Tras desempolvar viejos archivos del siglo XVIII, productores chilenos afirman que el pisco, un aguardiente de uva, nació en Chile y no en Perú, reviviendo una antigua rivalidad entre los dos países que defienden con dientes y uñas la paternidad de este brebaje.
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Un grupo de investigadores, liderados por el argentino Pablo Lacoste, halló en el Archivo Nacional de Santiago un documento que a su juicio es concluyente en determinar que el pisco es chileno: un protocolo labrado por el escribano del Imperio Español que en 1733 registra la existencia de tres botijas del brebaje en la hacienda La Torre, en el Valle del Elqui, en el norte chileno.
En el documento se usa la palabra «pisco» un siglo antes de lo que se hizo en Perú, explicó este martes el experto en una rueda de prensa organizada por la Asociación de Productores de Pisco chilena.
«La evidencia documental establece que el pisco es un tipo de aguardiente de uva que se comenzó a hacer en Chile en el siglo XVIII», afirmó Lacoste.
En Chile también se usó mucho antes una primera etiqueta comercial con el nombre de pisco, en 1882, versus la registrada en Perú, de 1922, según la investigación.
Historiadores peruanos refutaron sin embargo esta versión, asegurando que en Perú hay registros de la elaboración de pisco en 1613.
«La noticia más antigua es la de Pedro Manuel ‘El Griego'», considerado el primer productor de pisco de Perú, dice a la AFP el historiador peruano, Eduardo Dargent, quien reconoce no obstante que en esa época no se usaba el término pisco para llamar a ese brebaje sino el de aguardiente de uva de Pisco.
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«Aquí lo que prima es la ubicación geográfica, el puerto de Pisco está en Perú», desde donde el licor toma su denominación de origen, acota por su parte a la AFP José Moquillaza, especialista pisquero peruano.
«Lo que acá hay es pisco. Una cosa es el aguardiente, otra cosa es el pisco. En Perú era aguardiente, que es el resultado de una destilación. En este país no hay ningún documento antes de 1825 que use el concepto pisco para denominar el aguardiente», refuta de su lado Lacoste, consultado por la AFP.
El origen del pisco es una vieja disputa entre Chile y Perú, y objeto de recurrentes bromas en los dos países, donde además se reivindica la calidad del brebaje y la mejor preparación de un cóctel a base a limón llamado en ambos lugares «pisco sour».
Forma parte también de una larga lista de productos cuya paternidad pelean las dos naciones, como las papas o la producción de un postre de dulce de leche conocido como «suspiro limeño».
Ambos países celebran el Día Nacional del Pisco.
En Chile, hace una semana un presentador del noticiero 24 horas de la Televisión Nacional fue despedido luego de que en una entrevista con un productor peruano dijera la frase «pisco peruano», provocando las quejas de los productores chilenos al canal, el cual finalmente lo despidió después de cuatro años de trabajo, según denunció el periodista.
Las disputas por la autoría original del pisco y otros productos se añaden a los roces diplomáticos que han marcado también la relación de estos dos países vecinos a partir de la guerra que los enfrentó a fines del siglo XIX.
En enero de 2014 se saldó uno de los últimos litigios diplomáticos abiertos tras la presentación de una denuncia por parte de Perú en contra de Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que estableció una nueva frontera marítima entre ambos países, acogiendo el reclamo peruano.
Pero más allá de las disputas, Chile es hoy uno de los principales destinos de exportación del pisco peruano, junto con Estados Unidos.
PUB/IAM