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El actor escocés adelantó el estreno de la nueva «X-Men» en cita con la prensa. Su calvicie, los juegos en el set y un viral con el candidato convertido en Apocalypse fueron parte de los temas. Cuando escuchas que el apocalipsis se acerca, puede ser que a tu mente esté saltando la idea de Donald Trump convertido en Presidente de Estados Unidos. Pero tranquilos, por ahora no se trata de eso, sino de «X-Men: Apocalypse», la nueva cinta sobre los mutantes, que llega a los cines locales el próximo jueves 19.
En esta ocasión, el equipo dirigido por el telequinético Profesor X (James McAvoy) se lanza en contra de un viejo enemigo, Apocalypse (Oscar Isaac), quien está empeñado en destruir el mundo. McAvoy, quien sacrificó su abundante melena para el papel, anticipó la cinta en un encuentro con la prensa en Londres, donde además aprovechó de hablar de política, batallas con pistolas de aire comprimido e, incluso, de calvicie.
«Creo que a mi esposa le gustó bastante; a mi me gustó», dice sobre su nuevo aspecto. «Después de 36 años de tener un montón de pelo, me gustó bastante el cambio. Me ha sorprendido mucho. Si no tuviera que dejármelo crecer para mi próxima película, lo mantendría así». Y lo dice no sólo por un asunto de comodidad, sino incluso por el efecto que genera en quienes se cruzan con él. «Oh, es un skinhead», es la frase que se imagina en las mentes de quienes lo observan en la calle. «Las personas te molestan menos», afirma.
En YouTube circula un falso tráiler que muestra a Donald Trump como Apocalypse. ¿Lo ves destruyendo el mundo?
La humildad del actual titular de la Casa Blanca me sienta mejor, pero yo realmente no confío en ninguno de ellos, así que no sé si confío menos en Trump. Sólo parece un idiota. El ego es una cosa masiva y el personaje de Apocalypse definitivamente tiene que ver con eso. Cree que es un dios. Está relacionado con el fuego y el azufre, la limpieza de la Tierra, al igual que Dios en el Antiguo Testamento. No estoy sugiriendo que cualquier político esté pensando en hacer eso. Pero el ego febril es una cosa peligrosa.
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Hablando de algo más lúdico, ¿es verdad que tuvieron batallas con pistolas de perdigones en el set?
Lo hicimos, me alegra decirlo. En estas grandes películas uno pasa mucho tiempo sentado esperando, estás allí durante cinco meses y sólo estás haciendo una película que dura como noventa minutos o dos horas. Los actores son un extraño grupo de gente, por lo que si se nos pone en un espacio confinado vamos a empezar a actuar de forma tonta. Así que había fútbol, dardos y lanzamiento de bolsas de frijoles, además de un juego de boxeo que lleva cerca de cuatro años, y que fue iniciado por Jennifer (Lawrence). Empezamos también un juego de bofetadas, pero se detuvo rápido, ya que se volvió bastante peligroso. Parece que siempre obtenemos el tipo correcto en «X-Men»: Personas que se toman sus papeles muy en serio, trabajan muy duro, y también saben cómo burlarse de sí mismos y divertirse. Si no puedes divertirte al hacer estas cosas, no deberías estar en ello.
