Cerca de 300 médicos especialistas, de 40 países, formaron parte del pasado Congreso Mundial Europeo de Ginecología Estética donde un chileno, de nombre Jack Pardo, logró un histórico reconocimiento tras exhibir el resultado de una operación realizada a una deportista que evidenciaba en su zona íntima los efectos de años practicando ciclismo.
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Más de dos mil pacientes, en cerca de 13 años, han pasado por la consulta de este médico que, en conversación con Publimetro, reconoció que para él «este es un trabajo como cualquier otro», aunque para las mujeres que consultan -algunas que incluso superan los 70 años- les permite mejorar su autoestima de manera importante.
«Cuando tienen este tipo de problemas íntimos les da mucha vergüenza consultar, demoran bastante en tomar esta decisión y lo primero que uno tiene que hacer es darles confianza. No existe nada que se asome a bromas y se tienen que dar cuenta que para el médico esto es algo extremadamente habitual. En mi caso, el 60 o 70 por ciento de lo que hago es esto», señaló.
El doctor Pardo, a continuación, es enfático en señalar que se debe «distingir la cirugía cosmetoginecológica en dos. Una, son las cosméticas vulvares, que es lo de afuera: labios mayores, menores, el pubis. La segunda, es el rejuvenecimiento vaginal, que es interna y se realiza en la vagina de las mujeres que sienten una amplitud después de los partos», cuyo objetivo es devolver un mayor placer sexual que se puede haber perdido.
De todas las edades
Uno de los mitos que Jack Pardo derribó durante su diálogo con Publimetro, tiene que ver con el perfil de las mujeres que consultan por este tipo de procedimientos médicos, rango etario que varía dependiendo del problema que presenten.
De preferencia, las pacientes que buscan un rejuvenecimiento son mujeres en promedio entre los 35 y 55 años, las cuales ya tuvieron todos los hijos que pensaban y quieren arreglar este problema funcional que repercute en su vida sexual, mientras que las cirugías estéticas vaginales presentarían un rango más amplio.
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«Yo he operado a niñas de 12 años hasta mujeres de más de 70 años por temas estéticos funcionales vulvares, es decir, de afuera de los genitales. Ahí sí tenemos de todas las edades», aseveró.
Reconocido como un precursor en este tipo de operaciones, este especialista en uroginecología y cosmetoginecología no duda en indicar que «durante los primeros seis o siete casi exclusivamente esto lo hacíamos yo y otro profesional que trabajaba conmigo. (Hoy) hay bastantes médicos que realizan este tipo de cirugías», aunque es enfático en reconocer que «claramente, no ha habido un entrenamiento adecuado, yo no conozco más de dos o tres que tengan un entrenamiento de verdad».
Por último, el doctor Pardo entrega una declaración de principios para los hombres que conviven con una paciente que busca ayuda médica al presentar este tipo de dolencias: «Quiero recalcar que estas son cirugías de la mujer y para la mujer, son las que se sienten afectadas en su autoestima».
«En el caso de la amplitud vaginal, la mayoría de las veces consultan con su marido pero ellos están sentados al lado callados y cuando solamente ellas preguntan contestan, pero no son los hombres quienes presionan para que se hagan esta cirugía, son las mujeres solas las que tienen la inquietud y buscan ayuda. Ellas informan a sus parejas y esto no depende para nada de la presión u opinión de un hombre», cerró.