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La entrevista de trabajo es el momento donde se debe dar lo mejor de sí a efectos de convencer al reclutador de que uno es la persona ideal para el puesto de trabajo al cual se está postulando.
Precisamente por eso, dicha reunión se convierte en un momento donde se manifiesta mayormente la ansiedad, pues es lógico sentirse nervioso dentro de los parámetros normales, aunque sentirla en extremo lleva a los candidatos a fracasar en la mayoría de los casos y que sean excluidos del proceso.
Para evitar fracasar en esta instancia, hay que reconocer qué tipo de expresiones o comportamientos son las que nos pueden delatar frente al entrevistador para así tratar de evitarlas en la medida de lo posible. La mayoría son comportamientos los cuales denominamos «comunicación no verbal».
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«Son muchas las formas y actitudes que la persona encargada de selección de una organización entiende y observa de un postulante, como ansiedades, miedos o momentos de tensión, como por ejemplo tocarse la cara, pelo, jugar con algún objeto, la posición de la mirada, sudar, tartamudear, temblar y cambiar los ritmos del habla, entre tantos otros», detalla Javier Krawicki, licenciado en Recursos Humanos y fundador de TuPrimeraPega.cl
El especialista subraya que si la persona se muestra tranquilo y con confianza durante la entrevista dejará una mejor impresión que todo aquel candidato que este sumamente estresado.
Del mismo modo, no se puede olvidar que muchas empresas mencionan en sus ofertas de trabajo que requieren a personas que sepan trabajar bajo presión y/o estrés, y la primera prueba para demostrar que realmente se está a la altura de la circunstancia para trabajar bajo esas condiciones será en la entrevista de trabajo.
Por otro lado, hay quienes pueden sentirse confiados y seguros antes de participar de la entrevista, pero el estrés puede ser mayor y atacar aunque no se espere, así que se debe estar preparado a efectos de mitigar estos comportamientos negativos, apunta Krawicki.
Para evitar pasar malos ratos en esta instancia tan decisiva, la preparación previa es sin duda un punto clave. Según el especialista, «aunque parezca obvio, el hecho de llevar bien preparada la entrevista reduce la ansiedad y aumenta nuestra sensación de control. Debemos conocer a la perfección nuestro currículum, logros, experiencias, etc.«.
Otro punto a considerar es que el postulante debe conocer bien la empresa y recabar toda la información posible. Esto «es un factor positivo, por lo que es recomendable hacer una lista de todas las posibles preguntas que te pueden realizar y planear cómo contestarlas. Personas mejores paradas en estos procesos acceden a mejores trabajos», afirma Krawicki.
Otras recomendaciones que se deben tomar en cuenta antes de asistir a una entrevista de trabajo son ser natural y espontáneo. «Acá se puede marcar la diferencia, sin perder de vista que se está en un proceso de selección, en el cual estás siendo evaluado. También hay que ser puntual, ya si bien la puntualidad es importante, no es necesario exagerar. Llegar entre 10 a 15 minutos antes de la hora acordada, está bien», sostiene.
Finalmente, durante la entrevista la persona se debe mostrar atento e intentar mantener el contacto visual, teniendo cuidado de no exagerar con una mirada incómoda para el entrevistador, y «llevar una lista de varias razones de por qué deberías obtener el empleo«, concluyó Krawicki.
DP/PCP