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Sale a la luz llamada de madre de Nisman a emergencias cuando lo halló muerto

Más de un año después, la Justicia no ha podido determinar si se trató de un suicidio, suicidio inducido o un homicidio, como sostiene la familia del fiscal.

Una radio argentina difundió hoy el audio de la supuesta llamada telefónica que Sara Garfunkel, madre del fiscal Alberto Nisman, realizó para pedir una ambulancia tras hallarlo muerto en el sueño del baño de su casa, «lleno de sangre», en enero de 2015.

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Luego de presentarse al asistente de la mutua Swiss Medical que responde el teléfono y pedir una «ambulancia urgente» para la lujosa torre de apartamentos donde vivía Nisman en Buenos Aires, la mujer detalla la situación con la que se encontró, según se escucha en un audio emitido hoy por Radio del Plata.

«Yo vine acá y está muerto», dice cuando el operador le pregunta que qué le ocurre a su hijo.

«¿Cómo que está muerto?», le cuestiona el interlocutor, a lo que Garfunkel responde: «Sí, no atendía el teléfono y abrimos la puerta».

Tras preguntar el operador que quién corroboró que está muerto, la mujer contesta que «está lleno de sangre el baño» y que a su juicio «se golpeó» o «se cayó», porque en la casa estaba «todo prendido».

«Está en el piso del baño», añade.

Seguidamente, tras intercambiar algunos datos, el diálogo sobre la salud de Nisman continúa.

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«¿Respira?», dice el locutor.

«No, si está lleno de sangre el piso. Desde las 11 del mediodía que no contesta los llamados», remarca la madre del fiscal, quien asevera no poder hacer «ninguna reanimación» a su hijo porque «la sangre del piso está casi seca».

A la insistencia de si le pueden mandar una ambulancia pasados unos minutos de conversación, el operador le detalla que ya está en camino, pero que las preguntas son para poder ayudarla.

Un custodio de Alberto Nisman, que al parecer acompañaba a la mujer en el momento del hallazgo del cadáver, toma el teléfono y le confirma al empleado sanitario que el fiscal «no está respirando» y que «seguramente se reventó la cabeza».

Nisman, fiscal especial de la causa sobre el atentado de 1994 contra la mutual judía AMIA, en el que murieron 85 personas, fue hallado sin vida en su domicilio de Buenos Aires el 18 de enero de 2015, con un tiro en la sien, y tras casi un año de investigación aún no se han aclarado las circunstancias del deceso.

Más de un año después, la Justicia no ha podido determinar si se trató de un suicidio, suicidio inducido o un homicidio, como sostiene la familia del fiscal.

El fallecimiento ocurrió pocos días después de que denunciara a la entonces presidenta, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de los iraníes supuestamente responsables del ataque a la AMIA, una querella que posteriormente fue desestimada.

Hasta ahora, en la causa por el fallecimiento solo están imputados Diego Lagomarsino, colaborador informático de Nisman, por prestarle el arma que acabó con su vida y los escoltas que debían custodiarlo, acusados de incumplimiento de los deberes de funcionario.

El informático sostiene que el fiscal, con quien colaboraba profesionalmente, le pidió un arma para proteger a sus hijas, algo puesto en duda por Garfunkel.

En la conversación difundida hoy no se nombra la aparición de un arma, aunque en una entrevista realizada en enero pasado por la Agencia Judía de Noticias (AJN), Garfunkel se refirió al tema.

«Cuando yo abrí la puerta no vi nada, yo lo vi a él. Salgo y llamo a Swiss Medical, viene el médico, asoma la cabeza y dice ‘hay un arma’. Cerró la puerta y se fue. Entonces yo digo ‘yo no vi ningún arma, quiero ver’. Miré de vuelta y se veía el mango del revólver acá (hombro). Entonces yo no entiendo como hizo el arma para aparecer abajo del hombro izquierdo», prosiguió.

PUB/SVM

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