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Nuevas movilizaciones de la oposición en apoyo del revocatorio

La oposición venezolana buscará este miércoles aumentar la presión por un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro con nuevas movilizaciones que pondrán a prueba una vez más su poder de convocatoria en medio del creciente malestar social.

 

Acogiendo un llamamiento del ex candidato presidencial Henrique Capriles, los opositores marcharán hacia los tribunales en una veintena de ciudades para rechazar una decisión judicial que restringe las protestas frente a las sedes del Consejo Nacional Electoral (CNE), ante el cual se tramita el revocatorio.

«Vamos a decirles que todas las decisiones que están tomando son contra el pueblo y a exigirles que cumplan la Constitución», dijo Capriles en la noche del martes.

En Caracas, la movilización será hacia el tribunal que ordenó a la fuerza pública resguardar las instalaciones del CNE de «protestas no autorizadas», al fallar a favor de un recurso de trabajadores de esa entidad.

El 10 y 17 de mayo, unos partidarios de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) -que controla el Parlamento- intentaron sin éxito marchar hacia la sede central del CNE en Caracas. Fueron bloqueados por piquetes policiales y militares, desatándose escaramuzas. Su objetivo era exigir al CNE no dilatar la revisión de unas firmas entregadas el 2 de mayo para activar el referendo, primer paso de un largo y complejo proceso para revocar el mandato de Maduro. El CNE señaló que esa fase culminará el 2 de junio.

– Arma pacífica –

Las movilizaciones son consideradas por la MUD su principal arma de presión para la consulta destinada a sacar del poder a Maduro, elegido por seis años hasta 2019 y quien considera «inviable» el mecanismo.

«La única alternativa que tiene la oposición para presionar por el referendo es la manifestación pacífica de calle, junto con la presión internacional», dijo el politólogo y sociólogo Héctor Briceño.

La marcha del 10 de mayo reunió a un millar de personas y una semana después, el número se ha duplicado. Estas modestas cifras llaman la atención considerando que siete de cada diez venezolanos es favorable un cambio de Gobierno, según la firma Datanális.

Briceño explica que en 17 años el chavismo ha logrado controlar las movilizaciones. Además, especialmente en los sectores populares, está presente el ‘Caracazo’, un sangriento estallido social ocurrido en 1989 que, según el analista, se ha convertido en un «muro de contención» ante posibles derivas violentas.

«La gente puede pensar que es más viable salir del gobierno por una vía política y no mediante una confrontación con el Ejército, donde éste los va a aplastar», indicó la analista Raquel Gamus.

En contraste con la participación en las marchas, la MUD asegura haber recaudado 1,8 millones de firmas en apenas cinco días para pedir la activación del revocatorio, una cifra nueve veces superior a lo necesario según las leyes.

– Revocatorio «imposible» en 2016 –

Las movilizaciones se producen en un contexto de malestar social por la severa escasez de alimentos y medicinas y una inflación proyectada en el 700% por el Fondo Monetario Internacional para 2016. A ello se suman los cortes cotidianos de luz y agua y altos índices de criminalidad.

Según el Observatorio de Conflictividad Social, en los últimos cuatro meses se registraron unas 2.000 pequeñas protestas, la cuarta parte reclamando alimentos. Asimismo, se contabilizaron 166 saqueos o intentos de saqueo de comercios.

Briceño ve una convergencia progresiva entre la protesta política y las demandas sociales.

El oficialismo descarta de plano que este año pueda celebrarse el revocatorio, señalando que los plazos legales no lo permiten. «Este año es imposible que aquí, en Venezuela, haya un referendo», advirtió el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, quien asegura que la MUD lo sabe pero insiste para justificar una escalada violenta cuando el CNE cierre la puerta.

Si la consulta se realiza después del 10 de enero de 2017, cuando se cumplen cuatro años del período presidencial, y Maduro pierde, los dos años restantes los completará el vicepresidente, designado por el jefe de Estado. Si se hace este año, y el chavismo es derrotado, habrá nuevas elecciones.

Justificado en la ofensiva opositora para interrumpir su mandato y en una «amenaza» de intervención extranjera, Maduro decretó el estado de excepción el 13 de mayo. Y ha advertido con declarar la conmoción interior -lo que implicaría restricción de libertades civiles- si «se desataran hechos golpistas violentos». Ante ello, Capriles llamó a la tropa de la Fuerza Armada -excluyendo lo que llamó la «cúpula corrupta»- a ponerse «del lado de la Constitución».

En medio de la elevada tensión, el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y los exmandatarios Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá) iniciaron el pasado jueves una mediación para establecer un diálogo gobierno-oposición.

 

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