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Pablo Contreras Pérez
Es una tendencia creciente. Cada vez más personas están cultivando sus propios alimentos en pequeños huertos, incluso en departamentos. Pero hay un grupo de emprendedores que están ofreciendo un nuevo e innovador producto.
Se trata de Ketrawa, un novedoso kit de setas autocultivables en cualquier punto de tu casa, idea creada por Javier Olave (25), Ignacio Gómez (25), Gabriel Roa (32) y Eduardo Zavala (25). Este último nos contó la historia tras este proyecto.
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«La idea nace de nuestro interés de desarrollar investigación aplicada en hongos que termine en productos para el mercado. A los cuatro fundadores siempre nos ha llamado la atención este reino y vimos que en nuestro país son muy pocas las iniciativas que aprovechan el enorme potencial que poseen los hongos«, cuenta este ingeniero en Biotecnología de la Universidad Andrés Bello.
Zavala asegura que una misma especie de hongos tiene aplicaciones tan variadas como ser «un alimento de alto valor nutricional, así como también puede ser utilizado para remediar derrames de petróleo ya que poseen la capacidad de crecer en hidrocarburos».
El tipo de hongo que venden es el «ostra», que dice, no es muy consumido en Chile, pero que poco a poco ha sido introducido a través de formatos congelados. «Su contextura es carnosa con un aroma característico y es considerablemente más grande que el champiñón blanco clásico».
Zavala señala que escogieron este ejemplar debido a que pueden controlar su cultivo, «permitiéndonos a nosotros poner ‘pausa’ en su crecimiento y que sean los consumidores quienes le pongan ‘play’ al crecimiento final».
Complejidades del proceso
Zavala cuenta el proceso desarrollo que hubo tras este proyecto implicó una investigación de casi dos años. «Este producto tiene un componente tecnológico importante que los clientes que usan el kit no perciben. El cultivo de hongos comestibles no es trivial y requiere varias etapas y condiciones especiales que no cualquier persona puede realizar a la perfección».
En ese sentido, agrega que junto a sus socios «simplificamos todo este proceso y logramos que el cliente solamente deba regar dos veces al día la zona de cultivo con un aspersor que incluye el kit».
También comenta que les costó hallar la infraestructura necesaria para realizar las pruebas de laboratorio, lo que lograron gracias a que son parte de R2B Catalyst que es el primer hub científico destinado a negocios.
Actualmente, la venta de estos hongos comestibles la están realizando sólo por internet y a todo Chile, ya que su oficina fue una de las tantas afectadas por el desborde del río Mapocho. Los interesados pueden hacer su pedido en www.ketrawa.com.
«Las personas que compran a través del sitio web reciben sus kits a través de Chilexpress si están en Santiago o a través de Pullman Cargo si están en regiones. En las próximas semanas tendremos noticias acerca de los puntos de venta y las tiendas asociadas», indica. Y los planes son los de seguir creciendo.
«Esperamos pronto comenzar a abrir puntos de distribución a lo largo del país para que cualquier persona que quiera vivir la experiencia de auto cultivar su alimento pueda conseguirlo directamente en su ciudad», asegura este emprendedor, quien adelanta que están trabajando en nuevas variedades de hongo ostra y en nuevos formatos para maximizar la experiencia.
Y pese a que tienen a la exportación en su horizonte (ya han recibido el interés desde Argentina, Guatemala y Corea), Zavala menciona que «esperamos consolidar el kit acá en Chile, entregando un mejor servicio a nuestros clientes, desde la venta hasta el seguimiento de su cultivo, para luego salir a vender a otros países».