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«Hissène Habré, esta cámara lo declara culpable de crímenes contra la humanidad, violación, esclavitud forzada, homicidio voluntario, práctica masiva y sistemática de ejecuciones sumarias, secuestro de personas, torturas y actos inhumanos», proclamó el juez Gberdao Gustave Kam, presidente del tribunal, antes de anunciar: «Esta cámara lo condena a prisión perpetua».
Hebré fue sobreseído en cambio de cargos de «crímenes de guerra y detención ilegal».
El tribunal instalado en la capital senegalesa se dijo «convencido» por el testimonio de una mujer, Khadija Hassan Zidane, que denunció a Habré por haberla obligado a tener «relaciones sexuales no consentidas en tres ocasiones y sexo oral no consentido», explicó el magistrado oriundo de Burkina Faso.
El exmandatario tiene ahora quince días para apelar el fallo de las Cámaras Africanas Extraordinarias (CAE), una corte surgida de un acuerdo entre Senegal y la Unión Africana (UA), que Habré recusa hasta el punto de haberse negado a expresarse y defenderse a lo largo del proceso.
Al oír el veredicto, el expresidente, vestido con un turbante y una túnica blancos y con gafas oscuras, saludó a sus partidarios con los los brazos en alto y gritó: «¡Abajo la ‘France-Afrique'», usando el término peyorativo que define las relaciones entre Francia y sus excolonias africanas.
Una comisión de investigación chadiana estima en unos 40.000 muertos, 4.000 de ellos formalmente identificados, el balance de la represión de su régimen.
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– Un precedente, para defensores de DDHH –
Los defensores de los derechos humanos esperan que este caso emblemático abra la puerta a juicios similares en otros países.
«La condena de Hissène Habré 15 años después de los hechos representa una inmensa victoria para las víctimas chadianas», afirmó en un breve mensaje a la prensa Reed Brody, de Human Rights Watch.
«Este proceso es un precedente extraordinario que muestra que unos tribunales africanos pueden juzgar crímenes cometidos en África», había declarado previamente Brody a la AFP.
«Esperamos que otros sobrevivientes, otros militantes, se inspiren en lo conseguido por las víctimas de Habré», agregó.
Un comité de apoyo a Habré consideró en cambio que el fallo «no fue un acto de justicia, sino un crimen contra África».
Habré fue detenido el 30 de junio de 2013. Se había refugiado en Senegal tras haber sido derrocado en 1990 por uno de sus ex colaboradores, el presidente actual de Chad, Idriss Déby Itno.
Su juicio se inició en diciembre el 20 de julio de 2015.
Al término de las deliberaciones, el pasado 11 de febrero, los abogados nombrados de oficio pidieron la absolución, por estimar que la acusación y a las partes civiles les había resultado «imposible demostrar la culpabilidad» del ex hombre fuerte de Chad.
El fiscal especial, Mbacké Fall, reclamó en cambio la cadena perpetua para Habré, a quien definió como «verdadero jefe de servicio» del aparato represivo, encarnado en la Dirección de la Documentación y Seguridad (DDS), la temible policía política de su régimen.
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