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Eslovenia anunció el miércoles el nacimiento del primer proteus anguinus, una especie rarísima que vive en el fondo de las cuevas del norte del Adriático, de la veintena que se esperan en los próximos días.
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Resguardados en un acuario de la cueva de Postojna, una de las más grandes de Europa, situada entre Liubliana y Trieste (Italia), estos huevos de proteos crecen desde enero bajo el objetivo de una cámara infrarroja y apasionan tanto a la comunidad científica como al país entero.
«El primer nacimiento tuvo lugar el martes», comunicó a la AFP Sabina Pasternost, portavoz de la cueva de Postojna que recibe cerca de 700.000 visitantes al año.
El proteus anguinus, también conocido como olm o salamandra albina, es un animal acuático y cavernícola de 35 centímetros, que vive exclusivamente en las aguas de cuevas cársticas, y se asemeja a un «gusano» de dragón de color rosa y con una boca alargada.
Según el zoologista Saso Weldt, los habitantes de los alrededores «veían proteos cuando estos sobresalían de las cuevas debido a su crecimiento. Ellos estaban convencidos de que se trataba de bebés dragones y nadie se atrevía a entrar en esas cuevas», añadió.
La leyenda, recuperada del siglo XVII por el sabio esloveno Valvasor, fue confirmada por las nubes de bruma que se escapaban de las cavidades, parecidas a los humos de dragones, señaló Weldt.
Diez años sin comer
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«Es el animal cavernícola más grande y el más depredador del mundo», explicó Weldt. Esta especie se alimenta raras veces de microcrustáceos y «puede estar sin comer durante diez años y vive hasta los cien».
De los casi sesenta huevos translucidos que fueron recogidos en Postojna, por los menos 24 tienen «branquias operacionales y un corazón que late», se alegró Paternost.
Después del nacimiento, los científicos tendrán la oportunidad de seguir paso a paso el crecimiento de los proteos, que no sobrepasan actualmente los 2 cm y necesitarán de diez a quince para alcanzar su talla adulta.
Conocido también como «pequeño pez humano» por los eslovenos, el proteo dispone de un olfato de los más desarrollados en el reino animal, que es sin duda indispensable para encontrar su comida entre la oscuridad.
A pesar de que fue transplantado a título experimental en algunas cuevas cársticas en Francia, el proteo se encuentra en su estado natural únicamente en Eslovenia y algunas regiones vecinas de Crocia y Bosnia-Herzegovina.
Especie clasificicada de «vulnerable» en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el olm figura también en la marca medioambiental.
«Es la prueba viviente de que debemos proteger la calidad de las aguas. Si ellas pierden su pureza, el proteo y todas las especies que viven en las aguas de las cuevas cársticas pueden desaparecer», apuntó Weldt.
PUB/CM